Los ladrones la amenazaron con hacer daño a su hijo, que jugaba en el local
07 jul 2017 . Actualizado a las 09:59 h.Lola Freire, vecina de Brión, es propietaria de un estanco en Bastavales desde hace cinco años y en tan poco tiempo ya ha sufrido cinco robos. En los cuatro primeros, los amigos de lo ajeno entraron en el local vacío, pero en este último, ocurrido pasadas las 20.30 horas del miércoles, Freire, su hijo de diez años y una clienta de la zona vivieron un asalto que casi puede definirse como de película. «Eu estaba tranquilamente atendendo a unha clienta e o meu fillo estaba no almacén xogando cando entraron tres encapuchados e dixeron ‘arriba las manos esto es un atraco’», relata Freire. Con semejante frase y ante tres hombres cubiertos con pasamontañas y bufandas en pleno verano, la propietaria del estanco pensó que «era unha broma», y hasta se imaginó una escena de carnaval.
Cuando le preguntaron por el almacén y uno de ellos la encañonó con una escopeta, además de pedirle a la clienta que se pusiese de rodillas, Freire fue consciente de lo que ocurría. A partir de ese momento, solamente pudo pensar en que su hijo de diez años estaba jugando en el mismo almacén. «Non deixaban vir ao neno comigo e el so berraba ‘mami non te movas’, porque eles me dicían que se eu non tocaba a alarma non ía pasar nada».
El grupo permaneció en el establecimiento recogiendo el tabaco del almacén, vaciando la caja de la recaudación del día, reclamando a la clienta su cartera y llevándose cajetillas del mostrador de una marca concreta. Tras varios minutos de angustia, sonó el claxon del vehículo que los esperaba en la puerta y escaparon con rapidez, ya que el estanco está ubicado cerca de uno de los accesos de la autovía.