En esta cafetería de Brión, en vez de cestas navideñas, sortean unas carretillas y artesas que están arrasando
BRIÓN
Tras repartir 1,4 millones de la Lotería en enero, O Novo Faro tiene más demanda que nunca de unos lotes que van acompañados de un décimo
16 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.En el interior de la cafetería O Novo Faro de Brión hay aparcadas 20 carretillas y 10 artesas, aunque no están en obras. Son los lotes navideños que sortea el matrimonio al frente del establecimiento de Os Ánxeles, Fernando Freres y Rocío Castro Noya. Ellos decidieron hace un tiempo cambiar las cestas de mimbre por otro soporte más llamativo y este año están teniendo más éxito que nunca, con reservas desde septiembre.
Entre los motivos está que cada lote va acompañado de un décimo para el sorteo del Niño de la administración Loterías Golfiño de Pontecesures, la misma que hizo que el año pasado la suerte ya sonriese al negocio brionés, el cual repartió en enero 1,4 millones de euros con el primer premio de la Lotería Nacional. Catorce vecinos y clientes habituales empezaron este 2023 con cien mil euros más y, entre los agraciados, estaban los propietarios. Con aquel número al que estaban abonados, el 93.025, cuenta Rocío que ellos pudieron «pagar a hipoteca e vivir sen esa mochila ao lombo» e incluso sobró lo suficiente como para viajar junto con sus niñas a Nueva York para que visitasen a su tío paterno.
Su sorteo navideño funciona como una porra: cada expositor tiene un cartón numerado del 0 al 99 y gana quien haya elegido las dos últimas cifras que salgan en el bombo del gordo el 22 de diciembre. En este momento, tienen ya listos 32 premios, contando con dos lotes sorpresa (de mayor coste y recompensa). Además, harán varias carretillas infantiles con juguetes para los más pequeños, que podrán canjear por un capricho de igual valor al contenido de su premio con el tique, dice la brionesa de 35 años. Ella y Fernando, un ecuatoriano de 39 años que lleva 25 de ellos viviendo en España, abrieron en el 2021 O Novo Faro, un local que compraron no muy lejos de O Faro, el bar que dirigían en régimen de alquiler desde el 2015 y en el que antes trabajaron los padres de Rocío, quien aclara que jugar a un número acabado en 5 es una tradición heredada de su padre, ya fallecido, y que mantuvo «no seu nome» con muy buen tino.