La Policía Nacional también halló en su casa de Melide sustancias depresoras y estupefacientes
01 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Policía Nacional ha detenido a un vecino de Melide que se dedicaba a la venta ilegal de medicamentos por Internet, entre ellos potenciadores para evitar la disfunción eréctil tipo viagra, cuya venta en España está rigurosamente regulada bajo prescripción médica y cuyo consumo sin control puede suponer un gravísimo riesgo para la salud.
Desde su casa, el arrestado operaba en todo el Estado. El registro al que fue sometido su domicilio reveló todo un almacén en el que también había sustancias depresoras y estupefacientes que estaban ya preparadas para su distribución.
La operación se inició cuando la unidad dedicada a los delitos en la Red detectó multitud de anuncios en Internet en los que se ofrecían medicamentos para combatir el sobrepeso, sustancias cuya venta está prohibida en España. Los investigadores comenzaron entonces a recopilar y analizar gran cantidad de información de estas ofertas, así como los correos electrónicos empleados para su distribución y las distintas direcciones IP para su inserción. Finalmente, los agentes lograron determinar la relación de los envíos que el sospechoso había realizado, lo que propició su identificación.
Completada la investigación, el vecino de Melide fue detenido y ahora se le investiga por un delito contra la salud pública. En la operación han intervenido agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica, perteneciente a la Comisaría General de Policía Judicial en Madrid, y también ha colaborado la Brigada Local de Policía Judicial de Santiago.
El detenido operaba con la red de anonimato TOR y llegó a usar diez cuentas de correo
El melidense detenido por vender ilegalmente medicamentos por Internet había diseñado un sofisticado sistema para operar sin ser descubierto. Compraba las sustancias a través de páginas web extranjeras utilizando técnicas de ocultación como la red de anonimato TOR, la misma que emplean habitualmente las redes del narcotráfico o los terroristas yihadistas. También utilizaba la moneda virtual bitcoin, que dificulta el control de las operaciones bancarias, y hasta llegó a usar diez cuentas diferentes de correo electrónico para multiplicar el número de los anuncios que colgaba en la Red al tiempo que dificultaba su posible rastreo. En el registro también se encontró gran cantidad de material para el envío de pedidos y listas de usuarios.