Una empresa de servicios sociosanitarios demanda más personal de ayuda a domicilio

Natalia Rodríguez Noguerol
N. noguerol MELIDE / LA VOZ

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La falta de profesionales creó dificultades a la entidad las pasadas Navidades

23 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La querencia por lo que uno hace es lo que María José Veiga exige al personal de la empresa que dirige en su Melide natal: Amigos Maduros, Servicios Sociosanitarios, una sociedad especializada en asistencia a domicilio que tiene en nómina a 32 auxiliares, amén de personal administrativo y de una trabajadora social a mayores de ella misma. «El personal que tengo es oro, es lo que hace empresa», afirma la gerente, que empezó su trabajo como emprendedora compaginándolo con otros dos empleos hasta que, pasados unos años, empezó a crecer. Y todavía tiene margen para seguir haciéndolo... el envejecimiento población es innegable más allá de la estadística. De hecho, María José Veiga busca personal. Se dio de bruces contra la falta de profesionales las pasadas Navidades, cuando «nos costó sudor y lágrimas encontrarlos», cuenta.

Pese a haber superado esa asfixia navideña, en Amigos Maduros siguen necesitando incorporar a la plantilla auxiliares de ayuda a domicilio, entre las que demandan con especial ímpetu internas, una figura que, por la dedicación exclusiva que requiere, escasea en el mercado laboral, sobre todo donde la empresa de servicios sociosanitarios opera, que es en la zona rural. Aunque tienen pacientes en A Coruña, Santiago y en otros puntos de la comunidad, la mayor parte de los cerca de 150 dependientes a los que prestan atención son del interior de la provincia: de Melide, donde tiene las oficinas la empresa, y de los concellos de la zona.

La gerente de Amigos Maduros, que en próximas fechas ofrecerás servicio de traslado a hospital, exige formación y experiencia, pero sobre todo aptitud. «Es fundamental», afirma. «La formación podemos proporcionarla en la empresa», añade. Por ello, justifica ser exigente en el proceso de selección, un imperativo que reivindica a la hora de cribar a los aspirantes a las acciones formativas que ofrece la administración para especializarse en profesiones como la de auxiliar de ayuda a domicilio. Todo ello para asegurar la incorporación al mercado laboral de «gente que realmente quiera trabajar en esto». Es lo que busca María José Veiga, también mediadora familiar. Y así lo exige porque como auxiliar de ayuda a domicilio, figura para la que demanda mayor valoración social por la complejidad del trabajo que desempeñan, hay que lidiar con «con situaciones de dependencia y de gran dependencia que generan situaciones familiares muy al límite que nosotros vamos a aliviar», explica. Ante ellas, la confidencialidad es un requisito irrenunciable, como necesaria «toda la psicología que tienes que aplicar en los cuidados a una persona mayor», apunta la gerente de Amigos Maduros.