«Moitas veces o 112 chama e non se pode actuar por falta de voluntarios»

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

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El grupo recibe la Placa al Mérito en su categoría de Oro por sus 25 años de servicio en situaciones de extrema necesidad y urgencia

28 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Es curioso. La Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Melide acaba de recibir un nuevo reconocimiento: la Placa al Mérito en su categoría de Oro por los años de servicio a la ciudadanía que concede la ANAV, acrónimo de Asociación Nacional de Agrupación de Voluntarios. Concretamente, suman 25 los años de servicio de este colectivo municipal al que, sin embargo, nadie apostó, durante todo ese tiempo, por asegurarle la estabilidad que debiera tener una brigada dedicada a prestar atención ciudadana en situaciones de extrema necesidad y urgencia. Un cuarto de siglo después de su constitución como una de las primeras agrupaciones de Protección Civil de Galicia -está inscrita como número 30 en el registro de la Xunta-, permanece en activo con ocho voluntarios, Juan Curros, incluido. Él es el único empleado municipal y jefe de la agrupación desde 1995, cuando para el trabajo altruista que prestan sobraban manos.

Durante los primeros años, llegaron a ser más de 60 los voluntarios de Protección Civil de Melide, que con el tiempo ha ido ganando, eso sí, en medios y en profesionalización de sus efectivos. «Non había roupa, nin coches, nin nada», recuerda Curros, con quien llegaron los uniformes y, de manera progresiva, los vehículos y el equipo de excarcelación que, desde finales de los 90, hizo de la brigada un referente en las intervenciones en accidentes de tráfico. Era el único existente en la zona, lo que amplió el radio de cobertura más allá de la comarca melidense. «Tamén chegamos a cubrir a estrada nacional N-547 dende Teixeiro a Lavacolla, ademais de Arzúa, Palas de Rei, Agolada, Antas de Ulla e Monterroso», cuenta el jefe de la agrupación

Pues ni reuniendo méritos, ni medios materiales, ni experiencia humana, Melide se quedó con un grupo de emergencias en los que los efectivos cobran religiosamente por su trabajo. Tampoco se consideró nunca en el reparto el criterio poblacional, pese a ser el melidense el municipio más habitado de la zona. Y con más de 7.000 vecinos, «non se pode estar a expensas de que teñan que vir a actuar doutros concellos aquí», afirma Juan Curros. Reivindica el jefe de la agrupación «un grupo estable de emerxencias que poida apoiar a Protección Civil e viceversa». Y en esta demanda, pone sobre aviso de lo que está sucediendo: «Moitas veces, o 112 chama e non podes actuar por falta de voluntarios».

Tener que decir no le duele en el alma, como, en muchas ocasiones, el trabajo en sí, por más satisfactorio que le resulte prestar ayuda a quien lo necesita, cuando más lo necesita. Para Juan Curros, lo más duro «é comunicar ás familias o desenlace de moitos accidentes, sobre todo cando se trata de xente moza e de veciños. Despois lévalo para casa», comenta. Luego de dos décadas de servicio, el jefe de Protección Civil de Melide tiene grabadas suficientes imágenes en la retina para mantenerlas limpias, y de todas, inolvidables, por impactantes, las que le dejó el accidente del Alvia en Santiago, adonde arrancaron en la madrugada de la festividad del Apóstol para prestar apoyo a los familiares de las víctimas. Formaron parte de ese reconocimiento colectivo que se les brindó a los equipos de emergencias que estuvieron al pie del cañón en ese fatídico siniestro. «O de ser voluntario e estar facendo o que nós facemos hai que vivilo», afirma Juan Curros, que, por eso, ha recibido de manera especial la reciente distinción de la ANAV: «Eles saben do que falamos e do que se trata».

La brigada. Cuenta con buenos medios materiales, pero con solo siete voluntarios, a mayores del jefe de grupo.

Otros reconocimientos. El trabajo de Protección Civil de Melide también ha sido reconocido con la Medalla de Oro del Concello y por la asociación comarcal de empresarios, Asetem.