Melide se moviliza para paralizar una planta térmica cerca de un colegio

Natalia Rodríguez Noguerol
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Los vecinos, que reunieron más de 700 firmas, exigen conocer el impacto ambiental

16 jul 2017 . Actualizado a las 08:51 h.

Los vecinos de Melide han dado un golpe en la mesa para hacerse oír ante el gobierno local. Avalados por más de 700 firmas que recogieron en la última semana, y que el viernes entregaron en el consistorio un grupo de padres de alumnos del colegio público Martagona y vecinos de esa zona residencial del casco urbano exigen a la alcaldesa del PP Dalia García Couso que paralice la central de combustión de biomasa que se levanta en las inmediaciones del centro escolar para ofrecer servicio de calefacción y de agua caliente sanitaria.

A 185 metros del colegio, según la cartografía catastral, y a pocos más de la guardería y del polideportivo municipales, se construye en una finca en suelo rústico la central térmica que los vecinos quieren parar hasta que se conozca su impacto en una entorno que sobreentienden es sensible.

Eso es precisamente lo que determinaría un preceptivo informe de incidencia ambiental que Medancli S.L., la empresa que promueve la actuación, logró eludir al haber solicitado permiso municipal para instalar solo una de las tres calderas que figuran en el proyecto.

De acuerdo con la legislación vigente, ese documento es de obligada emisión cuando la potencia térmica nominal de la caldera es superior a un megavatio, que es lo asignado por la firma para cada una de ellas. Los vecinos piden que se le solicite a la empresa ese informe, toda vez que son sabedores de que la promotora tramita ya los permisos para continuar el proyecto. Además consideran necesario determinar el impacto acústico, y no solo de las propias instalaciones. También el generado por el tránsito de los camiones que tendrán que circular tanto por delante como por uno de los laterales del colegio para transportar el material que se va a quemar en la planta. Según el proyecto, serán astillas de madera y la previsión es transformar en energía térmica 24 toneladas semanales en cada caldera.

La construcción de la caldera de biomasa, y la pareja canalización de una red de tuberías por veinte calles para el suministro térmico, tienen un presupuesto de 1,5 millones de euros, de los que un millón corresponde con una ayuda concedida a la firma promotora por el Instituto Enerxético de Galicia (Inega). Sin embargo, la subvención ha sido aprobada en base a un proyecto que varía sustancialmente del presentado en el Concello de Melide. Así lo comprobaron los vecinos en el propio Inega, donde obra un proyecto que contempla la instalación de la planta en una finca que no es en la que está obrando la empresa para instalar la caldera. Por tanto, el trazado de la red de calor tampoco es el mismo que el que ya se ejecuta en estos momentos.

Ante estos hechos, los vecinos han solicitado a ese organismo que revise la subvención concedida. También ponen el acento sobre un documento que figura en el Inega anexo al proyecto. En él, el Concello se compromete a contratarle en exclusiva a la empresa sus servicios para el conjunto de inmuebles municipales.