La pareja de Santa Comba que denunció amenazas de su yerno ratifica la acusación en el juicio

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTA COMBA

Ana García

El matrimonio acudió a la vista en Negreira escoltado por el guardia de seguridad que han contratado

23 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El matrimonio de Santa Comba que denunció a su yerno por amenazas y que asegura tener tanto miedo de él que se fue a vivir a otro municipio y ha contratado los servicios de un guarda de seguridad, acudió ayer al juzgado de Negreira para asistir al juicio por este caso. Manuel Blanco Pose, de 73 años, y María Dolores Castro Abelenda, de 68, ratificaron su versión de los hechos ante la magistrada, a la que solicitan que condene al marido de su hija obligándole a indemnizarles en la cantidad que se determine en el juzgado por los presuntos daños morales ocasionados. Además, también piden que se le aplique una orden de alejamiento para que no pueda tener contacto con ellos.

La pareja acudió a los juzgados de Negreira custodiada en todo momento por el guardia de seguridad cuyos servicios han contratado. Una vez en la vista, explicaron que durante 28 años compartieron domicilio en Santa Comba con su hija y con su yerno, pero que en junio huyeron de la vivienda familiar. Explicaron que su yerno quería construir una zanja en la finca para construir un alpendre y que cuando ellos se negaron, el día 19, «empezó a proferir amenazas de muerte, con palabras como os voy a tronchar, que non tardas moito en morrer, que vas ir en catro trozos e a caixa non se poderá abrir porque estarás irrecoñecible», recoge la denuncia que presentaron.

También aseguraron que, el 23 de junio, el denunciado les rompió la puerta de entrada a su casa con un tractor y que cubrió con cemento y piedras la entrada para que no pudieran salir del inmueble. Ante esta situación , dieron parte a la Guardia Civil, pero que como veían que tenían que quedarse encerrados en la vivienda y sintieron miedo del marido de su hija optaron por marcharse. Así, desde el 24 de junio se encuentran escondidos en otro municipio porque dicen temer por sus vidas.

El matrimonio asegura, además, que en otras ocasiones recibieron amenazas e incluso agresiones físicas y verbales que no denunciaron y que el yerno no les hablaba desde hacía dos años. El denunciado, por su parte, negó las acusaciones, aunque su abogada no quiso hacer declaraciones a este medio.

Una vez que la jueza escuchó a ambas partes, dejó visto para sentencia el caso. Un fallo que el abogado del matrimonio denunciante, Julián Prieto Valdés, espera que se produzca «muy pronto, dado que en este tipo de delitos menores suele ser así», explicó ayer el letrado a la salida de la vista oral en Negreira.