Las obras vuelven a la zona del túnel de Vista Alegre casi sin personal y con poco movimiento

La Voz MARGA MOSTEIRO / LA VOZ

SANTA COMBA

La remodelación del barrio es una realidad en varias calles, pero los trabajos en las de Noia y Bispo Xelmírez están muy atrasados

19 abr 2017 . Actualizado a las 10:49 h.

El barrio de Vista Alegre está ante un cambio radical de sus espacios comunes desde la primavera del 2015. A lo largo de estos dos años las obras han encadenado multitud de problemas, que han provocado paralizaciones por cuestiones tan diversas como irregularidades técnicas en los proyectos, desacuerdo de los vecinos con el diseño elegido, quiebras de constructoras, diferencias entre el Concello y las empresas de suministros, y, más recientemente, retrasos en los acuerdos de una de las comunidades de propietarios de la rúa San Xoán para autorizar el derribo de algunas de las terrazas.

Los trabajos de remodelación afectan a siete calles del barrio: Santa Comba, San Xoán, Noia, Boiro, Rianxo, Ribeira y Bispo Diego Xelmírez. El proyecto contempla la renovación de todas las canalizaciones de servicios básicos (alumbrado público, agua, saneamiento, pluviales, gas, luz y telefónica) y la incorporación de otras nuevas, como fibra óptica.

Actualmente, solo quedan por terminar las obras en dos puntos concretos de las calles San Xoán y en la unión entre las rúas Noia, Santa Comba y Ribeira. En el primer caso, la vía ya está reformada, y se derribaron también las terrazas de la plaza interior, pero queda pendiente la retirada del pasadizo que une San Xoán con la rúa Vista Alegre. Aunque fuentes municipales habían anunciado que este pasado lunes se retomarían las obras de remodelación de Vista Alegre, una vez superados los problemas técnicos y consumidas las vacaciones de Semana Santa en el sector de la construcción, esta zona del barrio no registró ningún movimiento estos días. La calle permanece abierta al tráfico y se permite aparcar. En el supermercado ya advierten a sus clientes de que el servicio de reparto a domicilio será gratuito durante la ejecución de las obras.

El otro punto conflictivo de la reforma se localiza en el túnel que une la calle Noia con la de Ribeira, y afecta también al final de la rúa Santa Comba. Este lugar es, sin duda, el que concentra más quejas de los vecinos. Desde hace meses, un enorme agujero mantiene bloqueada la comunicación entre las calles. Cuando, hace meses, finalizó la remodelación de la rúa Noia se encontraron con el contratiempo de que la confluencia de esta calle con las siguientes formaba parte de una tercera fase que no estaba adjudicada. Esto obligó a esperar por la resolución del concurso. En este punto, los trabajos se reanudaron el lunes, aunque podría decirse que solo de forma simbólica. Ese día había cinco personas trabajando en el túnel, y ayer solo se veía a dos.