Autorizadas las obras de adaptación de la estación de Santiago al AVE por 19 millones

Europa Press / Efe SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Noriega se muestra preocupado por la posibilidad de que la intervención prevista en la estación ferroviaria compostelana se quede tan solo en esta inversión

29 ago 2015 . Actualizado a las 08:58 h.

El Consejo de Ministros ha autorizado ejecutar las obras de adaptación de la estación de Santiago a los servicios ferroviarios de Alta Velocidad (AVE), un proyecto estimado en 19,1 millones de euros. Con estas obras se pretende mejorar la explotación de la estación de Santiago, adaptándola a la demanda estimada a corto y medio plazo, dado que en ella confluyen el Eje Atlántico A Coruña-Vigo, actualmente en servicio, y el tramo Ourense-Santiago del futuro AVE Madrid-Galicia.

El proyecto, que cuenta con un plazo de ejecución de 18 meses, abarca la ampliación del edificio terminal de viajeros, la reordenación de los viales, trabajos de recrecida de andenes, la adecuación de la electrificación y de las instalaciones de seguridad, y la rehabilitación integral de la marquesina principal, entre otros.

Según destacó el Ministerio de Fomento en un comunicado, esta actuación cuenta con posibilidad de ser cofinanciada con las ayudas RTE-T a través del mecanismo financiero CEF «Conectar Europa».

Noriega muestra su preocupación

El alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, ha desvelado que los dos principales puntos a tratar en su reunión de la semana que viene con la Ministra de Fomento, Ana Pastor, serán la estación intermodal y las conexiones de tráfico en el norte de la ciudad. Noriega se ha mostrado preocupado por la posibilidad de que la intervención prevista en la estación ferroviaria compostelana se quede tan solo en la inversión aprobada por el Consejo de Ministros para una primera fase del proyecto, prevista en 19 millones de euros.

Por ello, el regidor de Compostela Aberta ha declarado que tratará de que esta «solución ferroviaria» aprobada «non hipoteque outras actuacións» a desarrollar en el futuro.

En cuanto a los conexiones de tráfico en la zona norte de la ciudad, Noriega ha afirmado que este tema ha sido «un cabalo de batalla de diferentes gobernos anteriores» y que «todavía falta» planificar la conexión de la AP-9 con la N-550 que, aunque se trate -según ha dicho- de una «actuación menor», contribuirá a «solucionar» el tráfico en la zona.

El alcalde ha asegurado que también preguntará a la ministra por las obras en el vial de Conxo, que acumulan un retraso de cuatro meses, y que -como ha afirmado Noriega- «seguramente provoquen problemas de retencións» coincidiendo con la operación retorno. En un principio, las obras deberían estar terminadas a finales de año, pero Noriega no confía en que este plazo se cumpla, ya que «os milagros tampouco existen», a pesar de que ha prometido «fiscalizar e presionar para que o ritmo non baixe» y se puedan concluir lo antes posible.

Para Rubén Cela no es una «boa noticia»

Antes de que el Consejo de Ministros aprobase la partida, el portavoz municipal del BNG en Santiago, Rubén Cela, ya había declarado que, en caso de confirmarse, «non sería unha boa noticia».

Cela cree que de poco ha valido la conversación mantenida por el alcalde Martiño Noriega con Adif y que sería «inexplicable» que en «unha das infraestructuras máis importantes» de los próximos años no se cuente con la opinión de la ciudad. El motivo expuesto por el portavoz del BNG ha sido que, en su opinión, esto complica la posibilidad de que Compostela cuente con una verdadera estación intermodal, puesto que achaca la «premura por resolver» la situación de Adif a la llegada de la alta velocidad en el 2018, para la cual no está preparada la actual estación.

Cela denuncia que con esta actuación se resuelve «unha situación esencialmente ferroviaria» que «se hai un proxecto máis global, non ten sentido facer», lo cual suscita el temor de que finalmente no se obtenga la intermodal.

Por ello, el representante del BNG prometió «todo o apoio do grupo municipal do BNG» si el gobierno local muestra una «oposición firme» a la ejecución de esta primera fase sin un proyecto definido.