Rosario Porto tuvo dos episodios suicidas hasta el 2009

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

Atlas TV

Su psiquiatra dice que no era un peligro para terceros y le diagnosticaron un problema de amor-odio en las relaciones

09 oct 2015 . Actualizado a las 18:58 h.

La psiquiatra de Rosario Porto declaró como testigo en la novena jornada del juicio por el caso Asunta, que completa su segunda semana en la sección 6ª de la Audiencia Provincial en Santiago. Gabriela Marcelina Klepsh trató a la madre de la víctima en el 2009, cuando ingresó en el hospital psiquiátrico La Robleda, ubicado en la comarca compostelana. Según su testimonio, ingresó voluntariamente acompañada de su marido, y en su historia clínica describen su situación como un estado de «ansiedad, angustia, tristeza y deseos de morir». 

Klepsh reconoció que, contra su voluntad, Porto pidió el alta voluntaria, y a preguntas de Gutiérrez Aranguren contestó que su «única preocupación» como psiquiatra era el daño que podía causarse a sí misma, no había «riesgos» para terceras personas. En una etapa anterior había otro «intento de autoeliminación evidente». 

La psiquiatra, que no quiso profundizar en los informes «sin un permiso por escrito» de Rosario, había diagnosticado un problema de ambivalencia, «amor y odio en las relaciones, eso quiero decir». 

El comisario de Santiago ratifica que un testigo declaró que había visto a Asunta el día del crimen

El desfile de testigos de las defensas ha permitido que el juicio avance con más rapidez que en anteriores sesiones, y el letrado de Porto inició la sesión renunciando a dos de sus testimonios. Sí pasaron por los juzgados de Fontiñas el comisario de Policía de Santiago, Simón Sabariz, quien confirmó que el profesor universitario Doldán pasó por las dependencias de Rodrigo de Padrón para advertir que vio a una adolescente con las características de Asunta sobre las 19 horas en el Ensanche de Santiago. 

Además, declaró el tutor de la víctima en el Rosalía de Castro en aquella primera semana del curso del 2013-14. Jorge Gómez, que consideró a Porto como una madre preocupada por la educación de su hija, recibió la nota en la que Rosario disculpaba la ausencia de Asunta el día 18 de septiembre por el efecto de un medicamento. Le pareció una notificación «normal, un poco extensa». Gómez, tras consultar con la dirección del centro, decidió aportar este documento a la investigación cuando se fueron conociendo detalles de la muerte de la alumna.

Testificaron, además, guardias civiles que tomaron muestras de tierra en los posibles escenarios del crimen y que cotejaron con los restos encontrados en el Mercedes 190 de Porto. Aseguraron desconocer los resultados. También enviaron a criminalística el traje que llevaba Rosario el 21 de septiembre tras el registro realizado días más tarde.