¿En qué se han esfumado los 560.000 euros invertidos por el Concello de Santiago en rebacheos? Pues en un puñado de actuaciones que han dejado buenos arreglos desde el punto de vista técnico, pero que son claramente insuficientes. Estas zonas ya reparadas han acabado con algunos de los socavones que los lectores de La Voz habían señalado en la web como los peores de la ciudad. Es el caso del que había en el cruce entre Frei Rosendo Salvado y República del Salvador, el de Pastoriza, el de Tabaniscas (Meixonfrío), los de la avenida Rodríguez de Viguri y el que dificultaba la circulación en la rotonda en la que se unen esta última vía y la avenida del Camino Francés. También el que había en San Roque, que fue el que quedó en primera posición en la encuesta efectuada por este diario en Internet como el peor socavón de la ciudad. Todos ellos han sido reparados correctamente.
Hasta aquí la de cal, la de arena está en muchos otros puntos, donde los baches son especialmente peligrosos. Es el caso del enlace entre la avenida de Lugo y la SC-20, donde todo el asfalto está levantado y obliga a los conductores a complicadas maniobras para esquivar agujeros, lo que aumenta el peligro de una incorporación ya de por sí difícil. También en la rotonda de As Cancelas, justo en la entrada de la calle Monte dos Postes, que está también en pésimo estado de conservación en todo su recorrido. Lamentable es la situación de la vía Altiboia, que da acceso al párking del Conservatorio Profesional de Música. Los agujeros son tan grandes que ocupan todo el centro de la calzada y casi impiden el tránsito. En San Caetano también hay un gran bache situado justo en medio de dos reparados, idéntica situación a la que sufre el conductor en Virxe da Cerca, donde se ha actuado en algunos puntos y se ha dejado otros tal y como estaban. El socavón más peligroso de esta vía está situado en la zona más próxima a Porta do Camiño.