«Lo de la epidural fue dramático y ahora hay mujeres que la rechazan»

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Esta semana fue elegido presidente de la sociedad española de la especialidad

01 may 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

«El gran desarrollo de la cirugía desde la segunda mitad del siglo XX se consiguió gracias a la mejoría del diagnóstico, nuevas técnicas quirúrgicas y por avances en la anestesia y monitorización. Porque la anestesia no empieza en quirófano, sino antes, en la evaluación preoperatoria», afirma Julián Álvarez Escudero, jefe de servicio de Anestesia del CHUS desde 1990. Llegó cuando la sanidad pública gallega dependía aún del Insalud. Recientemente lo han elegido presidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar).

-¿Qué se propone en esta nueva responsabilidad?

-Nos preocupa la formación de especialistas. El mir es magnífico, tenemos la buena sanidad actual gracias a ese sistema y queremos mantener el nivel.

-¿No está garantizado?

-Ahora la formación es específica 4 años. A partir de 2017 se contemplan dos años de troncalidad y dos específicos de la especialidad. Nosotros proponemos 5 años para formar anestesistas: 2 de troncalidad y 3 específicos. Nuestra decisión no es vinculante, pero queremos que el ministerio la tenga en cuenta; se necesita ese tiempo para una adecuada formación.

-¿Qué otros objetivos se plantea?

-Nuestra especialidad ha cambiado muchísimo, drásticamente. Existe un Libro Blanco de 1990, con información muy útil, y habría que actualizarlo y reeditarlo con perspectiva del 2020.

-¿Qué cambios destacaría?

-Prácticamente todo: la informatización de los quirófanos; las historias clínicas electrónicas, Ianus; o la creciente demanda de nuestros servicios fuera de los quirófanos.

-¿Se nota eso en Santiago?

-Por supuesto. El Sergas supuso una revolución: ahora somos muchos más especialistas y llegamos a los 28.000 procedimientos anuales.

-¿Son suficientes anestesistas? Cuando usted llegó era la principal reclamación.

-Ahora somos muchos más. Sigue habiendo carencias, porque han aumentado extraordinariamente las competencias y las demandas. Anestesia ofrece al paciente seguridad y confort, y no solo en quirófano. De hecho, la demanda que más crece es fuera del quirófano: en hemodinámica, radiología, digestivo, PET y otros estudios... Lo que la gente conoce como sedaciones crece de forma impresionante, no hemos alcanzado el techo, ni muchísimo menos.

-Una reivindicación sonada de este tiempo fue la epidural...

-Hace 15 años, organizar la analgesia obstétrica fue un reto, como ahora es tratar el dolor crónico y la anestesia fuera de quirófano. Lo de la epidural fue dramático y, ahora que se normalizó, hay mujeres que la rechazan, se acogen al derecho a un parto menos instrumentalizado. Ahora ocurre algo parecido en el tratamiento del dolor crónico.

-¿Qué ocurre con el dolor crónico?

-Cada vez vivimos más y hay más dolor crónico, y la sociedad demanda tratamiento. El último año en Santiago hemos hecho un gran esfuerzo, pero no hemos llegado al techo. Confío en que en el 2017 se pueda satisfacer la demanda, y en eso estamos. El objetivo es llegar al verano sin ningún enfermo pendiente de ver y creo que lo vamos a conseguir. En las sedaciones/anestesias fuera de quirófano tampoco hemos llegado al techo, y previsiblemente no lo haremos los próximos 5 años, porque cada vez hay más procedimientos que requieren o una sedación profunda o una anestesia general.

-¿Es suficiente la unidad de dolor?

-Esa unidad existía antes de venir yo, pero era muy pequeña. El hospital ha crecido, la oncología se ha disparado, y la cirugía ortopédica, los dolores de espalda... Previsiblemente los próximos años va a crecer mucho, fundamentalmente para tratar el dolor neuropático y osteoarticular, para el que no hay tratamiento quirúrgico, que tiene una gran prevalencia. El oncológico lo tratan cada vez mejor los oncólogos.

Julián Álvarez Escudero. Ejerce desde 1990 en el CHUS y en la USC.

Dos presidencias. Preside la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor, que tiene 5.000 miembros; y también la comisión de formación de la especialidad en España.