El joven de 14 años Miguel Iglesias logró premios en los seis concursos a los que acudió en este curso
24 may 2016 . Actualizado a las 13:14 h.Su pasión por el piano comenzó cuando escuchó a su prima. Ahora, siete años después y con solo catorce, Miguel Iglesias Lista (Arteixo, 2002) tiene ya seis premios en su vitrina -algunos de ellos de carácter internacional-, todos conseguidos en este curso. «En más de cincuenta años que llevo enseñando piano es el primer alumno que ganó todos los premios en los que participó en un año», explica Alexander Gold, profesor de piano en la academia Berenguela de Santiago que le imparte clases desde hace dos años.
En su debut en un concurso, Miguel Iglesias logró un tercer premio en el festival internacional de Fundão (Portugal) y en los dos últimos meses, desde el 8 de marzo, ha ganado el concurso del Conservatorio Profesional de Música de A Coruña, el premio del Festival Champagnat en el Ágora de A Coruña, quedó segundo en el certamen de la Sociedade Artística Ferrolá y también en el certamen nacional Jacinto Guerrero de Toledo, y alcanzó el primer premio en el certamen internacional Pequeños y Grandes Pianistas de Sigüenza (Guadalajara), este último el pasado 8 de mayo. En la mayor parte de ellos, era de los intérpretes más jóvenes.
Miguel Iglesias tiene claro que su futuro pasa por ser pianista. «Me gustaría ser concertista, me gusta subirme al escenario», explica más nervioso al responder las preguntas que cuando se pone a tocar. Ahora compagina sus estudios de 2º de ESO con los de 3º en el Conservatorio Profesional de A Coruña. A su pasión por el piano y a mejorar le dedica mucho tiempo: toca hora y media diaria y hasta cinco los fines de semana, cuando tiene concurso llegan a ser tres horas al día, además de múltiples lecturas.
El joven muy pronto decidió que lo suyo era el piano. Tanto que no dudó en abandonar el fútbol cuando vio que no podía compaginarlo con sus clases de música. Sus ídolos no son, por lo tanto, ni Messi ni Ronaldo. En su lista de referentes está sin lugar a dudas el pianista ruso Kissin, al que escucha todos los días, y Baremboim. Y su compositor preferido también tiene nombre: Brahms. «Va mucho con mi carácter», explica el joven, que periódicamente acude a Santiago para completar su formación.
Gold tiene claro cuáles son las armas de este joven, que ya ofreció varios conciertos en Santiago tanto en el CGAC como en el Paraninfo, para conquistar al jurado. «Tiene un talento exquisito (...), pero no es como una máquina, tiene alma. Le aporta su propia personalidad y creatividad. Gana por músico», sostiene el profesor de origen ruso.
Este joven, que estudia en el Conservatorio con la profesora Julia Cristina López Rodríguez, ya tiene próximo reto: mejorar su tercer puesto en Fundão en julio. Después no volverá a participar en un concurso hasta noviembre, en Segovia. Antes, se irá de intercambio a finales de junio a Londres.