Los buzos rescatan el cuerpo del octogenario desaparecido en el Ulla tras toda la noche en espera por las malas condiciones del río

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

TEO

Pese a contar con potentes lámparas, la mala visibilidad y la fuerte corriente obligaron a esperar toda la noche hasta poder rescatar el cadáver
Pese a contar con potentes lámparas, la mala visibilidad y la fuerte corriente obligaron a esperar toda la noche hasta poder rescatar el cadáver PACO RODRÍGUEZ

Un aparato médico permite identificar el cadáver como el de Ramón Hortas, a la espera de las pruebas forenses

15 mar 2024 . Actualizado a las 22:19 h.

Los buzos de la Guardia Civil (GEAS) han logrado recuperar tras tres horas y media de trabajo el cuerpo aparecido flotando en el Ulla y que se ha identificado inicialmente como el de Ramón Hortas Loureiro, el octogenario de Teo que el 20 de diciembre se lanzó a las aguas desde el puente medieval de Pontevea. Los servicios de emergencia recibieron el aviso poco después de las seis de la tarde del lunes, pero la mala visibilidad por la caída de la noche y la peligrosidad de la situación por lo crecido que baja el río tras las intensas lluvias de las últimas semanas obligaron a esperar toda la noche.

Una patrulla de la Guardia Civil se quedó de guardia toda la noche en el punto en el que fue hallado el cuerpo, que estaba aguas abajo del puente, en la parroquia de Santa María de Couso, y en un islote situado en medio del río. A las siete de la mañana comenzaron a trabajar los GEAS junto a un equipo de la Unidad de Apoyo Logístico (GALI) de la Axencia Galega de Emerxencias (Axega). Finalmente, a las 10.30 horas fue posible sacar el cadáver del agua.

Tras dos meses y medio sumergido, el cuerpo estaba muy deteriorado y sin ropa, pero un característico aparato médico que tenía ha hecho posible identificarlo inicialmente como el de Ramón Hortas. En el lugar han estado sus familiares, que también piensan que se trata del octogenario que llevaba desaparecido desde la pasada Navidad. No obstante, serán las pruebas forenses las que confirmen la hipótesis.

Ramón Hortas fue visto por última vez el miércoles 20 de diciembre por la mañana. Un taxi lo recogió en su casa, en Teo, y fue hasta Pontevea, donde tomó un café en un bar y después se dirigió hasta el puente medieval que da nombre a esta parroquia. Allí se le perdió la pista, pero se encontró su abrigo, sus gafas, su calzado y una nota manuscrita con su nombre, por lo que desde el primer momento la principal tesis con la que trabajó la Guardia Civil fue la del suicidio. Parece ser que recientemente le habían diagnosticado una grave dolencia, por lo que ese pudo ser el motivo por el que optó por quitarse la vida.

Desde entonces, un amplio dispositivo de búsqueda rastreó el Ulla sin éxito hasta el lunes. Agentes de la Policía Local y miembros del Servizo Municipal de Emerxencias de Teo peinaron una y otra vez la zona junto a efectivos de la Guardia Civil, que también enviaron un helicóptero y a su prestigioso grupo de buzos, los GEAS. La Axencia Galega de Emerxencias (Axega) también apoyó la búsqueda con un dron y hasta se emplearon kayaks y motos acuáticas de un grupo de salvamento de Ferrol, pero todo fue en vano hasta ahora.