«Medra a demanda, non a clientela»

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

TOQUES

NOGUEROL

27 ene 2021 . Actualizado a las 05:13 h.

El servicio a domicilio de productos de primera necesidad es un viejo conocido en el rural. «Igual hai trinta e cinco anos que lle compro á xente que vén por aquí», cuenta Carmen Puga, una vecina de Toques de mediana edad que es clienta habitual del ultramarinos sobre ruedas que conduce Ignacio Sánchez. Este joven regenta, junto a su padre César y otro socio, la panadería y pastelería que lleva por nombre el del propio municipio. Hace unos trece años que pusieron en marcha el negocio, y una década desde que diversificaron el despacho puerta a puerta de pan con el de otros productos básicos: de alimentación -salvo los frescos como la carne o el pescado- y de higiene y limpieza. «Fixémolo como complemento, para mellorar o servizo e tamén para que fose máis rendible, porque, aínda que Toques non ten moitos habitantes, é moi grande», explica Ignacio, que recorre más de cien kilómetros al día con la furgoneta de reparto.

El ultramarinos ambulante de Panadería-Pastelería Toques se vuelve indispensable desde que hace un par de semanas se decretó el cierre perimetral de la capital comarcal, Melide. Comenta, al respecto, Ignacio Sánchez que «aínda que a clientela nas aldeas a moito non vai, porque cada vez son menos veciños, no anterior peche, algún cliente máis houbo e xa quedaron, pero neste aínda non se notou». Lo que sí percibe entre una fiel clientela para la que solo tiene palabras de agradecimiento es que «medra a demanda».

Comenta Carmen Puga que «o de todos os días, cóllollo case todo a el». Tampoco echa en falta la carne -«temos conxelador, e comemos do que matamos na casa», explica-, ni el pescado, que también reciben a domicilio en Toques de la mano de sendos negocios. Además, el panadero «é un rapaz moi disposto e con moita confianza da xente, á que lle leva, cando llo piden, produtos de marcas concretas que habitualmente non ten», cuenta Rosa Corral, una de las tres empleadas de la panadería de Toques, que también tiene despacho con cafetería en Melide.

Cuenta que el ultramarinos ambulante tiene tres rutas que se cubren dos veces a la semana cada una para que la clientela no eche en falta nada de un servicio que agradecen: «Benvido sexa que haxa quen nos traia algo, porque aínda podemos ter que estar metidos na casa», afirma Carmen Puga.