Vedra aprovecha la Feira do Viño da Ulla para reivindicar su identidad

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

VEDRA

fotos: xoán a. soler

El buen tiempo contribuyó al éxito de la exaltación, con vino en botas y de todas las marcas de la subzona Rías Baixas

10 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La parroquia de San Miguel de Sarandón ha vuelto a darlo todo, y esta vez con el tiempo de cara, para que la Festa de Exaltación do Viño da Ulla fuese un éxito. A la degustación de vino blanco y tinto en las archiconocidas botas gigantes colgadas de los árboles del campo de la fiesta se unieron todas las bodegas que producen en la subzona del Ulla bajo el paraguas de calidad y control de la Denominación de Origen Rías Baixas.

El Concello de Vedra, que colabora con los vecinos de la parroquia, aprovecha el escaparate de la fiesta de exaltación, que este año cumplió 37 ediciones, para promocionarse. En esta ocasión lo hizo por partida doble con la exposición Vedra Medra, que tiene su origen en un proyecto educativo que recupera la memoria viva de todo el municipio.

También vio la luz el nuevo mapa turístico, que tira de colores y en el que el azul de las aguas del Ulla y el verde de la naturaleza ocupan un lugar especial, pero sin desmerecer la idea de ponerse morado de fiesta y rojo de gastronomía. En este contexto, la Feira do Viño contó con un pregonero prácticamente de casa: Ovidio Rodeiro, delegado territorial de la Xunta de Galicia. En su pregón animó a todos «a axudarse do viño para crear unha marca arredor do val do Ulla» y lanzó una invitación en toda regla: «Fagamos que o entroido dos Xenerais, a filloa, o augardente, a cultura etnográfica propia, a nosa paisaxe modelada polo Ulla e o Pico Sacro sexa algo que nos ocupe e nos preocupe a todos os que vivimos nesta bisbarra natural».

Y como el Ulla es tierra de vinos, a ellos se refirió como «a parte espiritual do noso alimento» e invitó a los productores a «perseverar na calidade» con el aval de Rías Baixas.

«Bebede pouco a pouco para beber moito, en compañía e sen dar traballo á Cruz Vermella»

La referencia de la fiesta son las botas gigantes, ya que de ellas mana el vino que forma parte de la degustación gratuita. La hora prevista ayer para abrir las billas era la una de la tarde, pero la puntualidad no suele ser la norma. Por eso, mientras los visitantes esperaban por las autoridades, la pregunta del millón corría como la pólvora. «Cando abre isto? Canto falta? Cal a é a do branco? E a do tinto?».

Del palco llegaron todas las respuestas y un consejo a cargo de un miembro de Andravía Teatro: «Bebede pouco a pouco para beber moito, sempre en boa compañía, e sen dar moito traballo aos rapaces da Cruz Vermella, que eles tamén teñen dereito a pasalo ben nesta festa».