La selectividad desvela las fortalezas y debilidades de la enseñanza en Galicia

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SELECTIVIDAD

OSCAR CELA

La especialización del profesorado define a los institutos, y en los colegios se valora la estabilidad del proyecto

07 jul 2017 . Actualizado a las 07:16 h.

El listado de los colegios mejor situados en selectividad pone de manifiesto que la enseñanza pública y la privada se intercalan en el grupo líder de centros con más de 50 alumnos presentados a la prueba. Ambos modelos tienen fortalezas y debilidades. Este es un análisis a partir de las opiniones de directivos, especialmente Isabel Ruso, presidenta de Addiga (Asociación de Directivos de IES de Galicia) e Ignacio Parajó, secretario general de Escolas Católicas (Ferga-CECA en Galicia).

¿Son mejores los profesores de la pública o los de la privada?

La contratación de personal en la escuela pública es objetivamente más exigente que en la privada: grado o licenciatura, máster formativo y oposiciones. En la privada no se suelen conocer los motivos de contratación. A eso hay que sumar la especialización, que «es mucho mayor en la pública que en la concertada», tal y como explica Isabel Ruso. Como contrapartida, las plantillas apenas se mueven en un colegio, pero sí en el instituto. Los IES que destacan en el ránking suelen tener claustros estables, y esa es una de sus fortalezas.

Unos y otros se quejan de la falta de profesores. «Nos gustaría tener más personal -dice Ruso- para poder desdoblar clases. Yo tengo alguna de segundo de bachillerato con 34 alumnos».

Tampoco parece haber diferencias en el compromiso de los docentes con sus alumnos.

¿Quién tiene un proyecto más estable?

Es una de las fortalezas de la escuela privada. La dirección marca la pauta en la filosofía del centro y ejerce de líder. En el instituto, depende de las personas y de la estabilidad de las plantillas. Una buena coordinación (dirección, jefatura de estudios y orientación) se traduce en un liderazgo firme y mejores resultados.

¿Las familias están igual de implicadas?

La elección de centro supone una decisión más activa que acudir al asignado por zona. «No sé en los institutos -argumenta Parajó-, pero en nuestro caso es un signo de identidad». De la importancia de esta vinculación da fe el hecho de que los directivos de los institutos más destacados del ránking resaltan la implicación de las familias.

Por otra parte, las familias ejercen menos presión para obtener resultados en el IES. Es una ventaja para los institutos.

¿Hay un reparto del alumnado según la clase social y el centro?

La idea habitual de que un colegio privado selecciona alumnado tiene su correspondencia pública: los institutos urbanos se nutren de estudiantes de su entorno y de modo indirecto hay cierta selección. Los IES del centro suelen tener mejores resultados que los de los barrios.

Por otra parte, el hecho de que el bachillerato sea de pago es la principal queja de Ignacio Parajó: «Un tercio de los alumnos abandonan el colegio al terminar ESO porque no pueden afrontar un bachillerato privado -comenta-. La mayoría de los colegios ni siquiera lo ofrecen. Es probable que si se tuviese en cuenta estos datos, los resultados por centros fueran diferentes». Por eso, Escolas Católicas pide el concierto en bachillerato, «como ya lo hay en infantil».

Los datos les dan la razón: frente a 99 colegios de su red con secundaria, solo 34 ofrecen bachillerato, que pierden aulas en el cambio de etapa, y de estos hay seis en el ránking de mejores notas de selectividad (el listado general y el de colegios grandes).

¿Quién controla más a los alumnos?

Como ocurre con el liderazgo y la relación con las familias, una buena disciplina es fundamental para tener resultados altos. Una manera rápida y sencilla de atajar una mala conducta es la comunicación on line con la familia. Esto es algo más común y asentado en la privada que en la pública; y es que, como puntualiza Ruso, «para recibir los avisos, las familias se tienen que dar de alta».

¿Se hinchan las notas medias?

«En absoluto -dice tajante Parajó-, pero cuando se hace una evaluación de todo un curso es normal que se saquen resultados peores». Las cifras desmienten su opinión: en las mismas condiciones, los centros con las notas de bachillerato más parecidas a las de la ABAU son de forma abrumadora institutos.