Boyero, la fea y la vieja

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

PLATA O PLOMO

ALLISON DINNER | EFE

11 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando ocurren cosas como estas siempre surge la duda sobre si hablar de ello o mejor callar. Pero que la crítica (profesional) a un producto audiovisual sea que las protagonistas no cumplen con los estereotipos de género ni tampoco son blancas, la verdad, chirría un poco. Es cierto que Boyero, a pesar de su pose de rompedor y de enfant terrible, se ha quedado anclado en un mundo que ya no existe. Y así, desubicado, mira a un lado y a otro sin entender absolutamente nada. Y se enfada.

Ahora, su gran pero a la última temporada de True Detective es, implícitamente, que esté protagonizada por dos mujeres investigadoras. Pero explícitamente es peor, porque no entiende el crítico, primero, que las mujeres cumplen años igual que los hombres y como ellos, tenemos el mismo derecho a avejentarnos sin que eso afecte —más bien al contrario— a nuestras capacidades. Que Jodie Foster ya no tenga el cutis de Clarice en El silencio de los corderos no tiene nada que ver con su capacidad interpretativa, de sobras demostrada mucho antes (y seguirá así mucho después) de la Noche polar. Para Kali Reis es incluso peor, porque su gran pecado no es ya que sea una mujer que no cumple con los estrechos cánones femeninos de Boyero. Es que el problema es que no es blanca y occidental. Lo dicho. Ya no entiende nada.