Un jefe de la policía en Nueva York y un rector en El Salvador

La Voz

SOCIEDAD

05 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La potencia es el trabajo partido por el tiempo, aunque algunos gallegos parece que en vez de dividir han multiplicado. Son ellos una potencia gallega extranjera en tantos campos (Piñón en letras; Sheen en cine; Gaudio Canosa en deporte, Natalia Oreiro en música ...), y muchos más anónimos por todo el globo, a los que, por ejemplo, tan bien ha retratado en sus libros el periodista y escritor Luís Menéndez Villalva. Los que siguen son algunos ejemplos de la indudable potencia gallega lejos de casa.

Rafael Piñeiro. Hijo de coruñés, criado en Cuba y emigrado a USA, es el jefe de personal de la Policía de Nueva York. Tiene bajo su mando a 55.00 agentes. Empezó patrullando hace 37 años, incluso en el Bronx, donde por cierto fue jefe otro gallego, Tucho Bouza.

José María Tojeira. Vigués de O Calvario, donde nació hace 60 años es, desde hace diez, el rector de la Universidad Centroamericana de El Salvador. La misma que había dirigido el jesuita Ignacio Ellacuría, asesinado.

Herminio Gil. Empresario y emprendedor sin fronteras, este verinense ha puesto en marcha una aerolínea en el Congo que aspira a ser la gran compañía africana.

José Rodríguez Rodríguez. Tal vez el español más influyente en Filipinas sea este periodista y escritor oriundo de San Xoán de Río (Ourense) de 56 años, a cuyo dilatado currículo acaba de sumar la dirección del Instituto Cervantes en Manila.

Jorge Baliña Sabucedo. No son pocos los gallegos que han tenido o tienen cargos relevantes en la ONU o en otros organismos internacionales (o que han liderado proyectos importantes, como Manuel Calvelo Ríos). Baliña, natural de Monforte, de 37 años, ha dirigido numerosas unidades de protección de misiones de la ONU. La última, la de Liberia.

Santiago Genovés. Nacido en Ourense en 1923, y establecido en México, es uno de los grandes nombres de la antropología iberoamericana.

Científicos. Universidades punteras tienen en su nómina a gallegos que trabajan en campos que cambiarán el mundo. Un buen grupo de cerebros privilegiados está en el CERN de Ginebra.