Galicia reutiliza para otros usos agua contaminada con fármacos

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Un proyecto de la USC y desarrollado por Espina permite la depuración

12 jun 2014 . Actualizado a las 00:57 h.

Espina Obras Hidráulicas, una empresa compostelana especialista en el tratamiento del agua, ha empezado a aplicar una tecnología avanzada que permite reutilizar aguas residuales y que está patentada por la Universidad de Santiago y desarrollada por el departamento de Ingeniería Química. El proyecto busca dar respuesta a la creciente preocupación que existe a nivel científico por la presencia de fármacos en aguas residuales de todo tipo. De ahí que los centros hospitalarios sean, en primer lugar, un cliente potencial de esta tecnología.

El nuevo sistema se llama biorreactor híbrido de membranas. Y Espina ya ha desarrollado dos prototipos. Estos permiten obtener aguas saneadas libres de microorganismos y de gran parte de los compuestos orgánicos que suelen estar presentes en las aguas residuales, «facilitando con ello que el agua se pueda reutilizar en el riego de zonas verdes, baldeo de calles o en los sistemas de refrigeración utilizados por la industria, cumpliendo con los criterios de calidad», precisa Juan Manuel Garrido, profesor del departamento de Ingeniería Química. Desde la Universidad explican que en una provincia con déficit hidráulico, como puede ser Almería, por ejemplo, no tiene ningún sentido regar el césped de un complejo hotelero o de un campo de golf con agua potable. «Es muy importante aclarar que esta agua depurada y reutilizable no es para consumo humano», precisa Garrido, que ha colaborado en el proyecto con la ingeniera química Natalia Rey.

Esta iniciativa de investigación está cofinanciada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y ha contado con un presupuesto de 1,5 millones de euros.

Patente

La investigación que ha dado lugar al biorreactor híbrido de membranas se encuadra dentro del proyecto Demagua, que busca nuevas tecnologías para la detección y eliminación de microcontaminantes emergentes, y del que forma parte un consorcio de empresas -Espina Obras Hidráulicas, Robingal, Soluciones Medioambientales y Aguas, Viaqua y Labaqua-, el centro de investigación CETaqua y las universidades de Santiago y Vigo. «El objetivo de esta colaboración público y privada es doble: efectuar una transferencia de tecnología desde la Universidad a la empresa mediante la adquisición de una licencia de explotación de la patente y ampliar la información de la que se dispone al investigar su aplicación», explica Garrido.

«El agua se puede reutilizar en el riego de las zonas verdes, baldeo de calles o sistema de refrigeración»

J. Manuel Garrido