Ana Mayo Lago: «Isto é angustioso, só pedimos que nolo traian e acabe todo»

María Hermida
María Hermida RIBEIRA / LA VOZ

SOCIEDAD

25 abr 2014 . Actualizado a las 09:18 h.

En Muros, cuando la desgracia del barco Santa Ana tocó a la puerta, fueron muchos los que hablaron de cómo eran las personas cuya vida se hundió con el barco en la costa asturiana. De uno de los tripulantes, del maquinista Manuel Tajes, cuyos restos se cree que aparecieron pero todavía están siendo analizados, se decía que era un luchador nato, profesional y paciente. Con el paso de los días, es su mujer, Ana Mayo, la que está demostrando que también tiene todas esas virtudes. Le está tocando bregar con una historia difícil. Los supuestos restos de su marido fueron encontrados hace algo más de dos semanas. Pero los mandaron a Madrid y, de momento, no han terminado de hacerle las pruebas para comprobar si realmente es él. Así que Ana y sus dos hijos adolescentes, esperan. Podría acumular rabia, enfado... Pero solo se le nota triste, hundida: «Non quero dicir nada malo de ninguén; chámanme a diario para preguntarme como estou, pero isto é angustioso, só pedimos que nolo traian e acabe todo».

Así habla ella. Sin quejas. Sin reproches. Igual que no los hizo, al menos públicamente, cuando dijeron que no volverían a hacer inmersiones en el barco porque se consideraba que allí no había más cuerpos. Simplemente, muestra la tristeza que lleva dentro por no poder «seguir adiante, por estar esperando así, día a día, hora a hora». Está convencida de que esos son los restos de su marido -«se non xa sería surrealista», manifiesta-, pero necesita zanjar su incógnita para recomenzar su historia y la de sus dos hijos, que están pasando un momento muy difícil.

Mientras tanto, en Salvamento Marítimo dicen que aún no hay noticias de los análisis. El único avance es que se presentó un plan para reflotar el barco.