Una Festa do Percebe «chill out»

SOCIEDAD

monica ferreiros

Centenares de personas se pusieron hasta arriba de marisco en Aguiño

28 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El percebe era ayer como una extremidad más del cuerpo de los centenares de personas que se reunieron en Aguiño con hambre de marisco. No fue una celebración gastronómica al uso. El crustáceo se sirvió en platos de alfarería de Buño y los comensales pudieron disfrutarlo en varios ambientes, uno de ellos chill out, con unos sofás que se rifaban quienes se resistían a entrar en la carpa y a cantar, vino en mano, el «non te embarques rianxeira», que también tenía su punto.

Mucho antes de llegar al puerto aguiñense ya se veía a vecinos y turistas con los recipientes en que se servían los percebes en mano, en una peregrinación de lo más salada. Y es que aunque en la parroquia ribeirense el calor apretó, la brisa marina y el caminar ayudaron a muchos a bajar los coloretes que propician los manjares de la tierra. Quienes ya conocen el sabor del percebe de estas rocas o tienen la suerte de merendarlo de vez en cuando también pudieron degustar empanada o pulpo. La nota más chic la pusieron los cócteles marineros, lo nunca visto.

Nada menos que dieciocho años lleva la familia de Luis Díaz veraneando en Porto do Son. Vino desde Asturias y ayer saboreaba el percebe y trataba de adivinar si el de su tierra le tiraba más. A juzgar por las cáscaras de los platos, el de aquí le quitó el hipo.

Tampoco se resistió a los encantos del crustáceo una pareja de Valladolid a la que el clima de Galicia enamora, incluso cuando se nubla y parece que no llega el verano. Ayer, de manga larga a pesar de que hacía sol, estaban encantados de la vida.