La Real Filharmonía abarrotó una Quintana entregada a la música clásica

SOCIEDAD

No quedó ni una silla libre para ver a la Real Filharmonía.
No quedó ni una silla libre para ver a la Real Filharmonía. xoán a. soler< / span>

La velada contó en su repertorio con la famosa obertura La gazza ladra y con la Novena sinfonía

28 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Pocas veces se tiene la oportunidad de escuchar a la Real Filharmonía de Galicia fuera de los grandes auditorios, por lo que sus conciertos a pie de calle generan una gran expectación. La orquesta dirigida por Paul Daniel ofreció anoche en A Quintana una de esas actuaciones a cielo descubierto en la que no quedó ni una silla libre de las mil disponibles. A ellos se sumaron otros muchos asistentes en una plaza entregada a la música clásica.

La velada, enmarcada dentro de la programación de las Festas do Apóstolo, contó en su repertorio con dos de los temas líricos más versionados en el mundo. El primero de ellos, la famosa obertura La gazza ladra del compositor italiano Gioacchino Rossini, que suena en la introducción de alguno de los discos y conciertos del grupo Mägo de Oz, en la banda sonora de La naranja mecánica o en varias series animadas, como Bob Esponja. De la segunda pieza elegida, la Novena sinfonía (Del Nuevo Mundo), del compositor Antonín Dvorák, se dice que incluso acompañó a los astronautas en su primer viaje a la Luna.

La versión clásica, ejecutada con la maestría que caracteriza a la Real Filharmonía arrancó los aplausos de un auditorio entregado, que siguió al ritmo de las palmas los pasajes más conocidos.