El segundo superordenador gallego estará diseñado por sus usuarios

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El «Finisterrae» fue en su momento una de las referencias en Europa de la supercomputación.
El «Finisterrae» fue en su momento una de las referencias en Europa de la supercomputación. paco rodríguez< / span>

El «Finisterrae II» multiplicará por veinte la capacidad de cálculo del actual

02 ago 2014 . Actualizado a las 11:15 h.

No será el superordenador más rápido del mundo, ni tampoco el de mayor memoria compartida. Pero la suma de todas sus cualidades lo convertirá en uno de los más eficaces para contribuir a resolver los desafíos de la ciencia. Así será el FinisTerrae II, el nuevo buque insignia del Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga) que sustituirá a su predecesor, el FinisTerrae, que en el 2008 llegó a ser la máquina de cálculo de mayor memoria compartida de Europa. Su instalación será posible gracias al acuerdo, del que se informó ayer en el Consello da Xunta, alcanzado para su financiación entre el gobierno gallego y el Ministerio de Economía, que aportarán 3,6 millones de euros para una infraestructura que aún empezará a funcionar a finales del próximo año. La administración autonómica aportará el 20 % de la inversión y la central el 80 % con cargo a fondos Feder.

El último modelo multiplicará por veinte la capacidad de cálculo de su antecesor y pasará de resolver 16 billones de operaciones de cálculo por segundo a 320, mientras que su memoria RAM -su capacidad de procesamiento de datos- será de 100 terabytes, equivalente a la de 25.000 ordenadores de sobremesa. Pero su verdadero valor radica en el diseño de su innovadora arquitectura, que responde a las necesidades planteadas de aquí a los próximos seis años por los más de 500 investigadores y 60 empresas usuarios de la máquina.

El segundo de España

Así, su memoria RAM se distribuye en un nodo de memoria compartida, en otro de memoria distribuida y en un tercero compuesto por aceleradores que mejoran la potencia de conjunto, con lo que así se responde mejor al perfil de cada usuario. Por ejemplo, los investigadores de la Universidad de Vigo que hace años batieron el récord mundial de incógnitas para resolver el mayor problema electromagnético de la historia recurrieron para ello a la memoria compartida, mientras que la empresa gallega que desarrolló un modelo matemático para predecir con gran exactitud el desborde provocado por las olas en el puerto exterior de A Coruña necesitaba la memoria distribuida. Por su parte, los bioinformáticos que trabajan en la interpretación y la criba de los casi infinitos datos del genoma precisan sobre todo el uso de los aceleradores.

Pero aunque el Finisterrae 2 no destacará por un aspecto en especial, con su entrada en funcionamiento se convertirá en el segundo supercomputador de España, por detrás del Mare Nostrum de Barcelona y se situará en el top 500 mundial en lo relacionado con la potencia.