El cumpleaños más solidario de Iván

Monica Torres
Mónica Torres VIGO / LA VOZ

TOMIÑO

Un niño de Tomiño pidió a sus amigos que, en vez de regalos, le diesen alimentos para entregárselos a otros menores necesitados. Acaba de donar 61 kilos

27 ago 2014 . Actualizado a las 18:10 h.

Una veintena de amigos acudieron el domingo a la fiesta de cumpleaños de Iván, un niño de cuatro años que vive en el municipio pontevedrés de Tomiño. Pero no fueron los únicos que disfrutaron de la celebración. Dos menores que ni siquiera conoce, aunque puede que vivan más cerca de lo que él cree, comerán durante todo un mes gracias a él.

Sus invitados, por indicación expresa del anfitrión, le llevaron el domingo alimentos no perecederos y él los ha donado ya a la asociación SOS O Baixo Miño, de la que depende actualmente el sustento de más de medio centenar de familias de esta comarca. Su presidente, José Quinteiro Domínguez, confirmaba ayer el destino de los 60 kilos de regalos con los que le ha obsequiado Iván, «porque con un kilo al día aseguramos la dieta diaria de un niño».

Iván quería una tienda de campaña por su cumpleaños, era lo que soñaba y dicen quienes lo acompañaron el domingo, que se quedó extasiado cuando se la entregaron. «Él estaba radiante y feliz, cuando vio la tienda era como si fuera un palacio», confirma su madre, Maica Ríos. La felicidad de Iván, la de sus invitados «presenciales» y la de los niños de SOS Tomiño, obligan a la reflexión.

Maica se muestra sorprendida por el entusiasmo de SOS Tomiño por el gesto y la asociación por la donación del pequeño. La fórmula intenta dar salida a lo que, para demasiadas familias se convierte en un problema. Padres que ya no saben qué regalarles a sus hijos y niños que ya no saben con qué jugar, o qué pedir. Iván lleva tres días durmiendo en su tienda de campaña. «Y nunca olvidará que es la tienda que le regalaron sus amigos, como la moto que siempre recuerda que le regaló su hermano Pablo y que es la que nosotros le compramos cuando nació hace un año el benjamín», recuerda la madre.

Desgrana una lista irrefutable de argumentos para explicar por qué decidieron pedir los alimentos. El entusiasmo de Iván con su tienda evidencia el resultado a corto plazo, pero también sienta las bases de una solidaridad que crecerá con él. «Siempre que hay un cumpleaños parece que es obligatorio tener que gastar dinero en regalos, que hay que cumplir y al final, se niños y padres nos llenamos de regalos que, a veces ni se estrenan y que nunca se disfrutan», dice Maica Ríos. La madre no está en contra del consumo: «Es importante consumir y no hay que dejar de hacerlo, pero tiene que ser un consumo racional e inteligente». Su iniciativa es una clase de educación en valores, para todas las edades.

Maica Ríos hace hincapié en que hay muchas personas pasándolo mal y quiere que para sus hijos sea algo «natural» el ayudar a quien lo precise. Como curiosidad, apunta otro atractivo aliciente a esta alternativa de cumpleaños. «Los niños no se sobreexcitan tanto con decenas de regalos que ni estrenan y es más agradable recoger al final los alimentos que los papeles».

Los padres de Iván han conseguido que su hijo disfrute como un niño.