Un testigo de los abusos a menores en Granada presenta otra denuncia

redacción / la voz

SOCIEDAD

El papa llama a seguir investigando: «No debemos esconder la verdad»

26 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

«Recibí la carta, la leí, llamé a la persona y le dije: mañana ve a ver al obispo». El papa Francisco se pronunció ayer públicamente sobre los presuntos abusos sexuales a menores que se investigan en la diócesis de Granada y por los que hasta el momento han sido arrestados tres sacerdotes y un profesor de Religión. Los cuatro serán puestos probablemente hoy a disposición judicial en un caso que ayer abrió un nuevo frente con una segunda denuncia que se suma a la del joven de 24 años que sufrió las agresiones sexuales durante su etapa de monaguillo, y que fue el que destapó la trama con una misiva remitida al pontífice. Francisco, por si aún quedaba alguna duda sobre la postura de la Santa Sede de esclarecer a fondo los hechos, lo dejó bien claro en Estrasburgo después de intervenir en un acto del Parlamento Europeo: «La verdad es la verdad y no debemos esconderla», dijo.

Francisco recordó que había recibido la denuncia del joven «con gran dolor, con grandísimo dolor», pero que inmediatamente escribió al arzobispo de Granada para decirle que «empezara el trabajo, hacer la investigación e ir adelante».

Pero la trama de abusos sexuales que tiene en el punto de mira al denominado clan de los Romanones, un grupo de religiosos ultraconservadores del que se ha detenido a su líder, el padre Román, y a otros tres miembros, aún puede deparar nuevas sorpresas tras la segunda denuncia presentada ayer. Fue formulada por un testigo de los supuestos abusos sexuales que investiga un juzgado de instrucción de Granada, quien habría convertido su declaración testifical en una denuncia ampliando datos y nombres. La propia delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, aseguró ayer que la Policía investigará el caso «hasta sus últimas consecuencias», por lo que tampoco se descarta que se puedan producir «nuevas actuaciones», aunque, de momento, los hechos se encuentran bajo secreto de sumario.

Por esta circunstancia tampoco se ha desvelado si los agentes encontraron pruebas implicatorias en el registro que realizaron en la tarde del jueves, con los cuatro detenidos, a un chalé localizado en la localidad de Pinos de Genil, uno de los lugares donde presuntamente se cometían los abusos.

Sobre el caso también se pronunció ayer la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien reclamó a la Justicia que sea implacable. «Esto no puede quedar impune y no puede quedar en una simple disculpa y en pedir perdón», dijo.

Retirada del profesor

Igual de contundente fue su delegada de Educación en Granada, Ana Gámez, quien avanzó que ha pedido al Arzobispado de Granada que retire de la docencia al profesor de Religión que fue detenido junto a los otros tres religiosos. Los docentes son contratados por la Junta, pero la selección corresponde a la diócesis.

«Le hemos pedido al arzobispado que retire la idoneidad a este profesor y que nos permita contratar a otro nuevo, como medida cautelar para que no se incorpore a las aulas», explicó.

La delegada también destacó que entre la opinión pública granadina existe el convencimiento de que «el arzobispado tenía que haber actuado de forma más diligente, más contundente, cuando tuvo conocimiento de los hechos desde hace meses». De hecho desveló que el profesor ahora arrestado estuvo dando clases hasta el pasado viernes en la localidad granadina de Dúrcal, donde trabaja. Sus compañeros, los tres religiosos, ya habían sido apartados.

«Esto no puede quedar impune y no puede quedar en una simple disculpa y en pedir perdón»

Susana Díaz