Merendar una macedonia el día de Nochebuena evita las ansias de comer más y peor durante cena

Europa Press

SOCIEDAD

GUSTAVO RIVAS

Los nutricionistas insisten en no descuidar los hábitos saludables durante las fiestas navideñas

19 dic 2014 . Actualizado a las 16:39 h.

Ser consciente de la necesidad de conservar un estilo de vida saludable durante todo el año, aunque se sepa que se modifica puntualmente en estos días navideños, -en los que se suelen comer alimentos propios de estas fechas y a los que resulta muy difícil resistirse- es la clave, destaca el nutricionista de la Unidad Integral de Obesidad y Síndrome Metabólico de Quirón Sagrado Corazón-Obemets, Felipe del Valle.

En concreto, «es preciso subrayar la importancia de una dieta equilibrada que pasa por un consumo de alimentos lo más variado posible, pero eso sí, en su justa medida», señala Del Valle. En esta línea, explica que «si en lugar de llegar a la cena de Navidad o Nochevieja sin haber probado bocado desde el almuerzo, merendamos, por ejemplo, una macedonia a base de yogur desnatado con una pieza de fruta, evitaremos las ansias compulsivas de arrasar con todo lo que nos pongan por delante al sentarnos a la mesa».

Además, prosique que la actividad física «debe acompañar a esa forma de alimentarse». Si ya es recomendable durante todo el año hacer ejercicio físico moderado, al menos durante 20-30 minutos diarios, en Navidad «conviene insistir en lo saludable de esta práctica y aumentar su intensidad y duración con el fin de quemar los excesos de las celebraciones». El baile en las fechas señaladas es una buena manera de hacerlo; el resto de los días será suficiente con un largo paseo a paso rápido.

Consejos para una cena de Nochebuena y Nochevieja saludable

En primer lugar, el expertos destaca la importancia de hacer la compra después de haber comido (no ir con hambre), llevar una lista con lo que realmente se necesita y, a ser posible, con los menús programados.

Asimismo, sugiere cuidar las raciones. «Se puede comer de todo, pero teniendo muy en cuenta la cantidad. Los excesos pasan factura», advierten. Los menús deben ser equilibrados, teniendo en cuenta el conjunto de nutrientes y la función que cada uno de estos cumplen, manteniendo la debida proporción entre grasas, proteínas, hidratos de carbono y azúcares. A este respecto, «el marisco es siempre una buena opción, dado su bajo contenido en grasa y sus excelentes propiedades nutricionales».

Por otro lado, no debe faltar una ensalada, ya que aporta grasas monoinsaturadas, favorece el tracto intestinal por su contenido en fibra y facilita la regulación de la absorción de grasas saturadas y poliinsaturadas. Además, las guarniciones vegetales cocinadas al vapor son una excelente opción para el acompañamiento de los platos navideños.

En cuanto a la carne, es importante eliminar la grasa antes de proceder a cocinarla y seleccionar las partes magras del animal. En el caso de las aves (pollo o pavo), es preferible eliminar la piel. Ya se elija carne o pescado, «en cualquier caso es esencial cocinar sano».

Respecto a las bebidas, hace hincapié en el cuidado con el alcohol. Las bebidas alcohólicas son hipercalóricas además calorías vacías, pues «carecen de valor nutricional». Si no puede evitarse su consumo, un buen truco es poner más hielo en el vaso y mezclar con refrescos light. Es la mejor opción para reservar las calorías para los alimentos con mayor valor nutritivo, explica.

Los postres suelen ser el plato más irresistible, especialmente los turrones.«Es una tentación de ingerir muchos hidratos de carbono, azúcar y grasas saturadas». Algunos sustitutivos podrían ser el yogur descremado con macedonia de frutas o estos mismos productos en sus versiones light, que aseguran un 30 por ciento menos de calorías con respecto al producto original, asegura Del Valle.

¿Y el día siguiente a la celebración?

Por último, desde el centro han elaborado recomendaciones dirigidas al día siguiente de estas celebraciones. «Las grandes ingestas no se deben compensar anulando otras comidas principales como el desayuno o la cena. El organismo necesita un suministro de recursos constante, aunque moderado».

Es muy positivo incluir en la primera comida del día la fruta, sostienen, si no se hace habitualmente, y «obsequiar al cuerpo con un paseo matinal». Asimismo, es necesario «dar un reposo al estómago», consumiendo platos más ricos en verduras y hortalizas en el almuerzo y en la cena, sin olvidar la fruta en el postre. En resumen, insiste Felipe del Valle, «moderación, cinco comidas al día y ejercicio físico harán que pasemos con buena nota estas fiestas navideñas».