Alertan del incremento de actitudes machistas en adolescentes gallegos

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

Los expertos achacan este fenómeno al mal uso de las nuevas tecnologías

24 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña anunciada anteayer por el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, para promover la educación en valores de igualdad entre los adolescentes no es casual. Las «preocupantes» señales de conductas machistas entre los jóvenes a las que hizo referencia son detectadas también en Galicia. Y en la mayor parte de los casos están ligadas a un mal uso de las nuevas tecnologías. El problema ha hecho saltar las alarmas. Solucionarlo, como explican desde la Secretaría Xeral de Igualdade, es una labor de todos: padres, educadores, medios de comunicación...

«Non podemos cuantificalo, pero é unha realidade. Sobre todo no caso das rapazas que asumen o rol dominante da parella», explican desde el instituto Menéndez Pidal, de A Coruña. No es el único centro donde las observan. Directores de centros como el Xulián Magariños, de Negreira, dicen que «notamos que hai rapaces que exercen unha espionaxe sobre as parellas e estas pensan que quen máis as controla é quen as quere». En el IES Laxeiro, en Lalín, también las han detectado. Su director confiesa incluso estar asustado: «Nun dos talleres que organizamos aquí sobre igualdade lanzamos a pregunta: ?perdoarías que o un mozo che dera unha labazada?. Entre un 60 e un 70 % das rapazas confesaron que o perdoarían. A razón que deron foi porque os querían». Ese tipo de actitudes tan sorprendentes constatan un retroceso en los progresos realizados en temas de igualdad. «E cada vez se detectan en idades máis pequenas», dice. Lo peor es que «non son conscientes de que detrás desas condutas hai un problema», apunta la vicedirectora del Menéndez Pidal, Estrella Díaz.

Educar en igualdad

Como educadores, el tema les preocupa. De hecho, hace ya tiempo que la propia Xunta ha metido cartas en el asunto. Acuerdos como el realizado con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) para promover un grupo de entidades locales contra la violencia o los programas llevados a cabo en los centros educativos para prevenir sexting o grooming son algunos de los mecanismos que usan para fomentar la igualdad.

¿Funcionan? «El riesgo resulta menor entre aquellos jóvenes con los que se ha tratado el tema en la escuela. Lo que ocurre es que solo en un 40 % de casos eso se ha trabajado en el aula», explica la catedrática de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, María José Díaz-Aguado.

Esa es una de las conclusiones de los dos estudios realizados por esta académica y divulgados por la Secretaría de Estado de Igualdade en el 2010 y el 2013. «Eso de que solo en un 40 % de casos se haya trabajado el tema en el aula puede leerse de dos formas. Por una parte, resulta un progreso porque hace quince años no se abordaba el problema en el aula, pero también es verdad que el porcentaje no ha variado durante los tres años de diferencia que hay entre trabajo y trabajo», explica. La comparativa entre ambos concluye un avance en cuanto a que es mayor el rechazo de actitudes machistas por parte de los jóvenes. Lo que ocurre es que ese rechazo manifiesto, en la práctica, no se traduce en sus relaciones.

«¿Cómo explicar esto? -se pregunta esta catedrática- Pues hay varias razones, pero una de las que parece tener gran influencia es el uso que hacen los adolescentes de las nuevas tecnologías». De hecho, recuerda que un 95 % de los jóvenes las usan a diario.

Un problema de todos

El uso de medios como el smartphone no es dañino. Lo preocupante, comentan los educadores consultados, es que muchos jóvenes utilizan esos medios para ejercer un control sobre sus parejas o también para el envío de mensajes amenazantes. «El problema -advierten además- es que muchas chicas ven en ese exceso de control una señal de cariño». De ahí que María José Díaz-Aguado apunte que es preciso hacerles entender que ese domino absoluto «no es amor».

Pero los docentes consultados están de acuerdo en que no son solo las nuevas tecnologías las culpables. La publicidad o los programas de algunas cadenas ejercen mucha influencia. «No Nadal -dice Emilia Ruiz, orientadora del Menéndez Pidal- analizamos a publicidade e vimos que o home continúa sendo o heroe». Por eso, la orientadora del centro, María Xosé Bravo, recuerda que «para educar a un neno precisas dunha tribo».