EE.UU. ofrece a la ONU reducir sus emisiones contaminantes en un 28 %

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MICHAEL REYNOLDS | Efe

Abre el camino para lograr un acuerdo mundial contra el cambio climático

01 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El camino hacia París empieza a despejarse. El acuerdo mundial para sustituir el Protocolo de Kioto para reducir las emisiones contaminantes de efecto invernadero, que deberá negociarse a finales de año en la capital gala, está un poco más cerca después de que Estados Unidos presentara ayer su propuesta formal ante la ONU. Es básicamente la misma que la que el presidente Barack Obama había acordado en noviembre pasado con su colega chino, Xi Jinping, pero lo que verdaderamente le da relevancia es que ahora ha sido entregada de forma oficial ante la Convención del Clima de las Naciones Unidas. O, lo que es lo mismo, EE.?UU. acepta por primera vez someterse a las reglas del juego internacionales para luchar contra el cambio climático con un compromiso vinculante. El que hasta hace no mucho era el país más contaminante del planeta, ahora superado por China, nunca ratificó el Protocolo de Kioto.

El Gobierno de Obama se compromete a reducir sus emisiones entre un 26 % y un 28 % de cara al 2025 tomando como año base el 2005. Menos que el 40 % que ha decidido la UE para el 2030 a partir de los niveles registrados en 1990, pero todo un hito en Estados Unidos, país en el que los republicanos, que tienen mayoría en el Congreso, han vuelto a mostrar su rechazo frontal a firmar cualquier acuerdo.

Obama no lo tendrá fácil ante esta oposición, por lo que se verá obligado a recurrir a todo su poder ejecutivo para sacarlo adelante a través de reglamentos, que no leyes, que obliguen a la industria a reducir sus gases contaminantes. Algo de lo que se encargará, como brazo ejecutor, la Agencia de Protección Ambiental (EPA). «Tenemos las herramientas necesarias para alcanzar estos objetivos y sabemos que son buenos para nuestra economía, nuestra salud y nuestro futuro», aseguró ayer Brian Deese, el consejero sobre el clima de Barack Obama, el presidente que se ha marcado como «objetivo prioritario» alcanzar un consenso internacional en este campo.

Obama podrá sortear el Congreso, pero no al Senado, también dominado por los republicanos, que sí debe ratificar, por ley, cualquier tratado que EE.?UU. firme con el extranjero, como es el caso. La solución que se baraja pasa porque el acuerdo final que salga de París no sea calificado legalmente como un tratado, como fue el Protocolo de Kioto.

Compromisos vinculantes

Un revulsivo para otros países

Obama espera que con su gesto otros países empiecen a entregar ante la ONU sus compromisos vinculantes de reducción de emisiones, algo que, en teoría, tenían que haber hecho a finales del mes pasado. Pero hasta el momento solo han cumplido con lo dictado en la cumbre del clima del pasado año la Unión Europea, Noruega, Suiza y México. Faltan por hacerlo China, que ya anunció que su compromiso pasa por no aumentar las reducciones, y otros países contaminantes como Australia, Japón, Rusia, Brasil o Canadá.