Cómo conseguir que vuelvan a clase

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira BARCELONA / ENVIADA ESPECIAL

SOCIEDAD

Palau de Mar

Un centro para adultos de Barcelona decidió eliminar las asignaturas de todos sus módulos e implantar solo aprendizaje por proyectos

25 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de cada cuatro varones españoles no termina la enseñanza obligatoria. Comienza a repetir en segundo o tercero y cumple los 18 años dando vueltas por los institutos. La crisis ha hecho que muchos regresen a las aulas, algunos para preparar el examen que les dé la titulación de la secundaria, y otros para superar la prueba que les permita saltar a la FP de grado medio y poder aprender una profesión. ¿Se puede aplicar en este grupo heterogéneo y poco académico el trabajo por proyectos? ¿Da buen resultado?

En Barcelona hay 27 centros de formación de adultos, entre los que está el Palau de Mar, que lleva años apostando por otra forma de aprendizaje, con un resultado excelente, y que este curso ha generalizado a toda la institución. Situado a pocos metros del hospital Clínico, en un antiguo complejo febril donde las aulas conviven con un idílico paseo de bancos y árboles, el Palau de Mar acoge cada día a alumnos de lo más variopinto, pero los que más preocupan a su director, Joan Padrós, son los jóvenes que retoman su formación. Se trata de chicos mal adaptados en clase, que vuelven buscando una salida hacia el mundo laboral y que carecen de muchas habilidades académicas.

Para ellos han ideado este programa de trabajar por proyectos, y les va muy bien. Magí es uno de esos chicos, inquieto y simpático, que está contento con la opción elegida: «Aquí me siento mejor -explica-, la gente te entiende y los profesores te ayudan. Antes o tenías un profe muy bueno o no te ayudaba nadie. Aquí, en cambio, te dicen siempre ?tú puedes, tú puedes?, y aprendes por ti». Jan, su compañero, recuerda que dejó «tercero a la mitad de año» por un problema de salud, y cuando volvió «al año siguiente me fue mal, y lo fui dejando. Aquí en cambio me gusta la forma de trabajar». Sandra, una de las pocas chicas del grupo, repitió dos veces, dejó la ESO para trabajar en el bar de la familia y ahora vuelve a retomar sus estudios, e incide en las mismas ideas que sus compañeros: «Los profesores de antes no me hacían tanto caso como aquí». Ahora, es cierto, tienen las ideas más claras, y hay quien quiere hacer electromecánica, o quien prefiere la hostelería: «Cada uno llega en su momento, madura a su manera... yo he tardado más o menos, pero he llegado aquí», explica Magí. Joan Padrós, profesor y director del centro, incide en este hecho: «Hasta que una persona no sabe lo quiere y lo acepta, no lo consigue».

Trabajar en equipo es, para estos chicos, todo un reto, porque exige «pensar en ti y en el resto, es un compromiso contigo mismo», describe Magí.

El sistema de proyectos engloba todas las materias. Por ejemplo, preparan una guía del Ensanche barcelonés. Con este proyecto, además de aprender cómo se hacen los mapas, conocen historia local y catalana a través de los nombres de las calles (repletas de personajes y hechos históricos), arquitectura y por supuesto las matemáticas necesarias para entender las medidas de calles, pisos y en general la ciudad. Con esta información realizan en la web -toda su formación es digital- una guía con audioguía en varios idiomas -en vez de un examen de lengua- que se puede descargar mediante un código QR. «Han trabajado mucho y muy bien», presume Padrós, mientras su alumnos aceptan que «aprendemos de una forma sencilla, cuando antes pensabas que si no memorizas no aprendías». Además, obviamente, mejoran muchas de sus habilidades, desde las lingüísticas a las sociales, algo fundamental para quien quiere integrarse en el mercado laboral a corto plazo.

«Antes no me gustaba estudiar, y ahora veo que aprendo»

palau de mar

Celeste tiene 20 años y estudia la secundaria. Dejó los estudios en tercero de la ESO y ahora, tras estar una temporada larga engrosando la lista de los ni-ni, ha decidido que es el momento de retomar su vida. En Palau de Mar está encantada y llena de esperanza hacia su futuro.

-Estás preparando el primer examen de la ESO, trabajas por proyectos y con el sistema de «aula invertida». ¿Es muy diferente a lo que recuerdas del instituto?

-Sí, porque antes no me gustaba estudiar, pero ahora me doy cuenta de que aprendo.

-¿Y eso de ver el vídeo con la explicación en casa y después practicar en clase es cómodo?

-La verdad es que sí, porque puedo ver el vídeo varias veces si no lo entiendo y como es mi profesor, y estoy acostumbrada a él, resulta muy fácil. Después, en clase, le preguntas las dudas que tengas y así cada uno va un poco a su ritmo. Si quieres estudiar y aprender, lo haces.

-¿Al mismo ritmo que en el instituto?

-Antes no me esforzaba mucho, y tampoco te intentaban ayudar, no estaban tan encima de ti.

-¿Cuáles son tus planes de futuro?

-Este año me sacaré el GES 1 (el primer examen de ESO) y el siguiente, el GES 2. Pero mi idea es pasarme a formación profesional para ser auxiliar de dentista.