Clínicas privadas ponen la vacuna de la meningitis B si viene con receta

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

La inyección cuesta de 4 a 20 euros cuando no se dispone de seguro médico

09 jun 2015 . Actualizado a las 14:09 h.

Medicina pública, medicina privada. El ámbito sanitario del Sergas -al menos oficialmente- se cierra de momento a la vacuna del meningococo B, ya que no figura en el calendario español. Con todo, los padres están encontrando colaboración en algunas clínicas privadas gallegas cuando traen el fármaco de otro país, generalmente Portugal.

Si el pediatra del niño es de seguro privado, el cauce usual de los padres suele ser el propio médico, que pone la vacuna en la consulta. Aunque algunos profesionales son reacios a recomendarla, la mayoría de los gallegos sí lo hacen, al amparo del firme posicionamiento favorable de las asociaciones pediátricas.

Pero cuando el médico es del Sergas, los padres tienen que buscar otra vía para poner la vacuna que han ido a comprar fuera, y encuentran habitualmente una solución en las clínicas privadas. Hay de todo. Algunas la ponen; otras, no. El requisito para administrarla suele ser la receta médica. Los centros nunca la proporcionan, pues la que se distribuye en España está restringida al canal hospitalario.

En Vigo, la clínica Manuel Amaro sí que la inyecta, aunque sus responsables explicaron a La Voz de Galicia que «entraña cierto riesgo el transporte por parte de los padres, porque puede romperse fácilmente la cadena de frío». En esta ciudad, la Administración del Sanatorio Concheiro se desvincula de la actividad de uno de sus pediatras, que la ofrece en su consulta a título particular.

En A Coruña pone la vacuna el Hospital Quirón. «Pedimos siempre la prescripción de un pediatra. De lo contrario, no es posible», explican fuentes de la clínica, que precisan además que el servicio de Pediatría del Quirón notifica a la Consellería de Sanidade «cada una de las vacunas inyectadas para que quede un registro sanitario».

También consulta al pediatra la Clínica Coruña. «La ponemos si hay autorización del médico», dicen. El pinchazo está cubierto generalmente por el seguro privado del cliente. Si no lo tiene, se le cobran «cuatro euros». Este precio llega hasta 20 en otros centros. En Pediatría de la Maternidad Belén la vacuna del meningococo B -siempre la que traen los clientes- queda restringida «a pacientes propios, a los que el pediatra conoce y considera adecuado vacunarlos». No tiene coste porque entra en la revisión habitual.

La prescripción médica es indispensable también en el Centro Médico Milenium y en Pobesalud (Betanzos), donde el precio del pinchazo sin seguro privado es de 10 euros.

La Rosaleda y La Esperanza, en Santiago, ponen solo la dosis de recuerdo a aquellos pacientes inmunizados en su día. Algo similar sucede en Ourense. En el Centro Médico el Carmen, hasta el pasado 8 de enero la ponían con normalidad porque se la servían a su departamento de Farmacia. Desde entonces solo están administrando las dosis de recuerdo a niños que recibieron la primera antes de esa fecha. Responsables de la clínica enviaron un escrito al Ministerio de Sanidad en el que reclaman a sus responsables que reconsideren su decisión y autoricen la distribución de la vacuna del meningococo B.

En Lugo ningún centro privado está vacunando de la meningitis a los niños. Los sanatorios Polusa y Ojos Grandes insisten en que no tienen autorización para ello. Pero en Burela, el pediatra del Hospital da Costa Assad Abadi sí que pone en su consulta privada vacunas que los padres traen «de Andorra o de Portugal». Afirma que el 99 % de los pediatras la recomiendan y que «el médico que ha vivido esta enfermedad sabe bien lo que es».

Ni en Pontevedra ni en Arousa hay clínicas que administren la vacuna. Sus ciudadanos suelen desplazarse a Santiago, A Coruña o Vigo para ponérsela a sus hijos.

Sin licencia para inyectarla

Recuerdan desde el Colegio de Farmacéuticos de A Coruña que las oficinas de farmacia son establecimientos sanitarios con capacidad para «custodiar y dispensar medicamentos, y prestar servicios profesionales de farmacia». Aunque en otros países sí intervienen en campañas de vacunación, «dando accesibilidad a los pacientes a ese recurso y aumentando las tasas de vacunación, no ocurre así en España». Aquí las farmacias no pueden administrar inyectables intramusculares directamente al paciente, como es el caso de la vacuna del meningococo B.

* Información elaborada por Elisa Álvarez, Fina Ulloa, Dolores Cela, Jorge Lamas, Inmaculada Eiroa, Patricia Blanco, Rosa Domínguez, Manuel Blanco y Alfonso Andrade.