Tocando el saxofón mientras le extirpaban un tumor cerebral

Europa Press

SOCIEDAD

JORGE ZAPATA | Efe

Un hospital de Málaga ha realizado por primera vez una intervención en la que el paciente, con anestesia local, ha interpretando piezas musicales para evitar secuelas

16 dic 2015 . Actualizado a las 16:01 h.

Neurocirujanos, neurofisiólogos, neuropsicólogos, anestesiólogos y enfermeros del Hospital Regional Universitario de Málaga han realizado, por primera vez en Europa, una intervención en la que se le ha extirpado un tumor cerebral a un paciente mientras tocaba el saxofón en algunos momentos para evitar secuelas. En concreto, el equipo sanitario llevó a cabo un mapeo de la corteza cerebral del lenguaje musical a Carlos Aguilera, de 27 años, al que se mantuvo despierto -sin anestesia general- durante toda la intervención, incluida la fase de resección del tumor.

La intervención, con una duración de 12 horas, se desarrolló el pasado 15 de octubre y, en la misma, participaron 16 profesionales sanitarios del Hospital Regional; concretamente, tres neurocirujanos, dos neuropsicólogos, tres neurofisiólogos, un anestesista, cinco enfermeras, un auxiliar de enfermería y un celador.

Tras permanecer dos semanas hospitalizado, Aguilera fue dado de alta y prosigue los cuidados en domicilio con una buena evolución, según el neurocirujano Guillermo Ibáñez. De hecho, el paciente ha interpretado varias piezas musicales con el saxofón durante la rueda de prensa. Entre ellas, la balada de jazz Misty, que ya tocó durante la operación, y el arreglo de una de Johann Sebastian Bach.

El paciente ha agradecido su trabajo a los profesionales del Hospital Regional y ha aplaudido que «tengamos la suerte de contar con ellos aquí». «Hace dos meses estaba en una camilla y hoy he vuelto a nacer», ha señalado.

JORGE ZAPATA | Efe

Colaboración del paciente

Los profesionales emplearon monitorización neurofisiológica intraoperatoria, una técnica que permite garantizar la seguridad del acto quirúrgico, evitando secuelas derivadas del mismo, y para la que se contó con la colaboración del paciente, que es miembro de una orquesta y becario en la Banda Municipal de Málaga.

Ibáñez ha valorado la actitud «valiente» del paciente, asegurando que «un 50 % del éxito de la operación es suya». En los músicos profesionales el hemisferio cerebral izquierdo tiene una mayor implicación en la comprensión y ejecución del lenguaje musical, zona donde también se localiza el área motora, sensitiva y del lenguaje, y donde está también la masa tumoral.

En el Hospital Regional se han intervenido hasta la fecha un total de 12 pacientes despiertos a los que se les ha realizado el mapeo cortical de las áreas del lenguaje, siendo ésta la primera vez que se realiza la monitorización de las áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje musical. Según han constatado los propios profesionales responsables de la operación, no existen otros precedentes en España o Europa, aunque sí en California (EEUU), con un caso similar realizado este pasado mes de junio.

El neurocirujano del Hospital Regional ha explicado que la localización de regiones corticales funcionales durante la cirugía de tumores cerebrales ha adquirido una gran relevancia, ya que permite realizar una resección del tumor más extensa, y en consecuencia, disminuir la probabilidad de morbilidad asociada.

Anestesia local

En la fase previa a la intervención quirúrgica es importante encontrar la colocación más confortable para el paciente, ya que durante la operación sólo va a estar sedado --de forma proporcional a las necesidades quirúrgicas de cada fase-- y participando de forma activa en la misma.

El procedimiento anestésico se realiza en su totalidad con el paciente despierto, con sus funciones cerebrales intactas, ya que es imprescindible su colaboración para poder identificar las respuestas tanto en la fase de estimulación eléctrica para el mapeo cortical como en la de resección del tumor. Por ello, no se somete al paciente a una anestesia general con intubación ni se utilizan relajantes musculares.

Así, en una primera fase se aplica anestesia local -previa a la instalación del cabezal metálico que mantiene sujeto el cráneo- en la zona de la intervención, y se asocia una sedación profunda -con una perfusión continua intravenosa con fármacos que proporcionan la sedación y analgesia- durante la fase de incisión de la piel, craneotomía y cierre, una vez finalizada la extracción del tumor. En palabras de Ibáñez, «la implicación y colaboración de todos los profesionales, y la del paciente, es vital para poder realizar una resección óptima considerando siempre los límites del tumor, y, por supuesto, las zonas elocuentes adyacentes identificadas debidamente».