El banco más bonito del mundo

Juan Ramón Vidal-Romaní OPINIÓN

SOCIEDAD

01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El monte Pindo (Carnota, Coruña) es uno de los mas bellos paisajes rocosos de Galicia. Lo atraviesa uno de los pocos ríos atlánticos que no consiguieron formar ría y por eso desemboca directamente en el mar en la hermosa cascada del Ézaro, con una belleza sobrecogedora durante el crudo invierno de la Costa da Morte. La forma actual del Pindo no ha sido apenas modificada desde que el granito del macizo se enfrió a unos 20 kilómetros de profundidad, llegando a la superficie de la Tierra hace 200 millones de años, cuando la erosión se llevó las rocas y sedimentos que cubrían el granito del Pindo, deteniéndose al llegar a su masa rocosa rosada.

En ese momento empezaba a formarse el Océano Atlántico al separarse la Península Ibérica del resto de Pangea, mientras los ríos atlánticos de Galicia y Portugal marcaban su camino hacia el Atlántico, encajándose en valles de hasta 600 metros de profundidad que luego el mar invadió formando las rías. La cumbre del Pindo permanece donde está desde hace 300 millones de años. Pero además de un paisaje, fue durante la prehistoria el hábitat de los primeros gallegos que se refugiaron y vivieron en las cavidades, cacholas y cuevas de bloques. No hay mejor lugar que El Pindo, sentados en un banco de piedra construido ex profeso hace 300 millones de años, para pensar en la historia geológica de Galicia. Ponerse en la cima de La Moa y mirar hacia el oeste permite ver un mundo que en algún momento era el nuestro y que ahora se aleja silenciosamente a una velocidad de 25 milímetros cada año, durante los últimos 200 millones de vida de la Tierra.