Vacaciones de cine más allá de la pantalla

Ramón Bescos, J. B.

SOCIEDAD

JOSÉ PARDO

Fans de Almodóvar o Amenábar visitan en Galicia los lugares en los que filmaron

28 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Zoe Pérez, de 11 años, estaba acostumbrada durante las vacaciones a que los veraneantes se detuviesen delante de la casa de sus abuelos en Redes (Ares), para juguetear con los muchos gatos que rondan por la verja de la vivienda. Este año ha tenido que habituarse además a que, de vez en cuando, algún curioso se acerque por las inmediaciones del domicilio y saque una instantánea. ¿El motivo? Que en dicho lugar, un edificio sin pintar pero de un singular encanto, con un jardín lleno de flores y unas vistas privilegiadas sobre la ría, se rodó Julieta, el último largometraje de Pedro Almodóvar

La niña, que confiesa haber llorado con el contenido drama del cineasta manchego, reconoce que hay quien se aproxima y le pregunta por la película. «Viene mucha gente a sacar fotos, incluso desde el coche. Hasta se acercaron un día una chica japonesa y su pareja interesándose por el rodaje», afirma Patricia Lorenzo, madre de la pequeña. «Sabíamos que se había rodado aquí, pero no dónde exactamente, ¡qué curioso!», comentan Ana y Pancho, turistas que vienen desde Madrid. Hosteleros y vecinos de la zona concuerdan en que la película ha despertado bastante expectación.

No es el único lugar de la geografía gallega al que se desplazan cinéfilos. Una situación semejante se vive en Allariz, donde en 1998 José Luis Cuerda rodó A lingua das bolboretas. En la Oficina de Información municipal confirman que «sí supuso un impacto en su momento, pero a día de hoy despierta menos interés». En la misma línea se expresan en Porto do Son, donde reconocen que el interés por las localizaciones de Mar adentro «tuvo su particular bum con ocasión del estreno», aunque admiten que actualmente los turistas siguen preguntando puntualmente por la cinta de Amenábar

La mayoría de asociaciones y sujetos implicados coinciden no obstante en que el turismo cinematográfico es «un fenómeno que las instituciones explotan poco», como sostiene Dimas González, de la Santiago Film Commission. Y es que la sensación más extendida es la de un círculo vicioso: muchas localidades no aprovechan del todo la oportunidad que les brinda albergar rodajes y los visitantes, al carecer de información, demuestran poco interés. No hay más oferta porque no hay mayor demanda, y viceversa.

De vuelta en Redes, Zoe coge la bicicleta y sale para dar una vuelta con sus amigas. Una familia de veraneantes pasa por la calle. Los gatos llaman la atención de los niños, que se paran frente a la verja. Sus padres, impacientes, les urgen a continuar con el paseo. Poco se imaginan que la mismísima Rossy de Palma anduvo por allí.