El pensador ha fallecido sólo dos días después que su esposa, Carmen Sánchez Revilla
31 ago 2016 . Actualizado a las 17:41 h.El filósofo Gustavo Bueno Martínez ha fallecido este domingo a los 91 años en la localidad asturiana de Niembro, donde contaba con una residencia, según ha informado la fundación que lleva su nombre.
La capilla ardiente familiar estará abierta desde las 18:00 horas de este mismo domingo en su casa de Niembro y mañana se abrirá al público otra en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Santo Domingo de la Calzada, del que era natural el filósofo fallecido, y donde mañana se celebrará una ceremonia de despedida a las 17:00 horas. Posteriormente el cadáver de Bueno, que ha fallecido sólo dos días después de que la muere de su esposa, Carmen Sánchez Revilla, será enterrado en el cementerio de Santo Domingo de la Calzada.
Gustavo Bueno Martínez era natural de La Rioja pero llevaba afincado en Oviedo desde hace más de cinco décadas. En la ciudad tiene su sede la fundación que lleva el nombre del filósofo, una referencia tras desarrollar el denominado materialismo filosófico, en la década de los 70. Con el cambio de siglo, Bueno alcanzó una gran repercusión mediática fuera de los círculos académicos por sus opiniones sobre los por entonces novedosos formatos de televisión denominado realitys y, más concretamente, Gran Hermano. Sus múltiples obras han sido traducidas y editadas en medio mundo. El fundamentalismo democrático. La democracia española a examen, publicada, en 2010, fue el último libro que escribió.
Considerado el filósofo español más importante de las últimas décadas, Bueno desarrolló teorías como el cierre categorial o el materialismo filosófico, pero su vocación de no ceñirse a la 'torre de marfil' académica de su ámbito de conocimiento le llevó a intervenir en debates públicos de todo tipo durante décadas.
Su biografía
Bueno, convertido en una destacada figura del panorama cultural español, se licenció en Filosofía y consiguió en 1965 la Cátedra de Filosofía de la Universidad de Oviedo para convertirse en las décadas posteriores en uno de los catedráticos más polémicos del pensamiento español desde su adscripción al pensamiento marxista. Su primera obra fue El papel de la Filosofía en el conjunto del Saber escrita en 1970, y es autor también de libros como Etnología y Utopía (1971); Ensayos Materialistas (1972); Ensayos sobre las categorías de la Economía Política (1972); La Metafísica Presocrática (1974) e Idea de Ciencia desde la Teoría del cierre Categorial (1976). En 1985 publicó El animal divino. Ensayo de una teoría Materialista de la religión, fruto de treinta años de reflexión, y desde 1978 hasta 1984 dirigió la revista El Basilisco, una de las publicaciones de temas de pensamiento más prestigiosa de España.
Bueno impartió clases en varias universidades apoyándose en los estudios realizados por él sobre El Estatuto Gnoseológico de las Ciencias Humana y en 1988 el Ministerio de Educación y Ciencia prohibió su obra Simploke, destinada a servir de libro de texto para alumnos de BUP y autorizado tras una larga polémica.
Su obra y su pensamiento fueron analizados en enero de 1989 en un homenaje organizado ante la proximidad de su jubilación, por un grupo de profesores y alumnos de la Universidad Complutense de Madrid al que asistieron Alberto París, Antonio Santesmases, Alberto Cardin, Quintín Racionero, entre otros, así como el grupo de Oviedo.
En 1995 publicó junto a Amando de Miguel, Javier Sádaba, Gabriel Albiac y Gonzalo Puente Ojea el volumen titulado La influencia de la religión en la sociedad española y, dos años después, presentó su obra El Mito de la Cultura, con el que en noviembre del mismo año llegó a la final del Premio Nacional de Ensayo.
En octubre de 1998 tuvo lugar su polémica jubilación de la Universidad de Oviedo, apartado de la docencia al ser nombrado profesor emérito honorario de la institución académica. A la huelga de los alumnos que provocó su jubilación se sumaron las declaraciones de Bueno, quien afirmó que la razón de la medida residía en las diferencias ideológicas que mantenía con el decano de la Facultad de Filosofía, Alfonso García Suárez. Desde 1997 dirigía en Oviedo la fundación que llevaba su nombre.
En el año 2000 publicó España frente a Europa, en el que el proceso de unión europea era cuestionado por el filósofo, para quien no es más que una invención año en el que también salió a la luz el ensayo Televisión: apariencia y verdad, donde Bueno declaró que trazaba un primer ensayo de análisis general de las ideas de apariencia y verdad tal como ellas se abren camino en la pantalla de televisión. Bueno ha reflexionado acerca de la telebasura en su obra Telebasura y democracia (2002) y ha publicado artículos sobre Gran Hermano. En torno a este programa acudió a un debate celebrado en la cadena Telecinco acerca del fenómeno mediático que supuso.
Finalista del premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1989 y 1990, en dicho ejercicio se le concedió la Medalla de Asturias de Plata y cinco años después fue nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad de Oviedo mientras que en marzo de 2003 se le concedió el galardón Riojanos del Mundo en la categoría de Letras por dedicar su vida a la defensa de la filosofía académica, la singularidad de su pensamiento y su extraordinaria trayectoria.
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