Fogones gallegos en «Juego de tronos»

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa LA VOZ

SOCIEDAD

Domenech Castelló

Una empresa con base en Galicia participa en el cátering de la popular serie en España, y también ha aportado equipo para el último «007» y para atender al grupo Iron Maiden

27 sep 2016 . Actualizado a las 13:04 h.

El mito de que es posible encontrarse un gallego en cualquier parte, es cierto. Si hace unos meses a alguien se le hubiera ocurrido pasearse por el desierto en Marruecos, cerca de la frontera con Argelia, se podría haber topado con Juanjo Guimarey o al menos con alguno de sus camiones. Con él y con Daniel Craig y Mónica Bellucci, y con todo el equipo de rodaje del último James Bond, Spectre

Guimarey también anduvo cerca de las melenas de Bruce Dickinson y su banda, Iron Maiden, durante su última gira española. Uno de sus camiones-cocina estuvo con el equipo de 700 personas que la serie Juego de tronos se trajo a España para rodar nuevos capítulos. El contrato no era suyo, sino de una empresa madrileña que tiene en exclusiva desde hace tres años ese servicio. Con todo, la firma le alquiló a él material y un conductor. Sin trabajos como el suyo, bastantes estrellas del cine, la música y la televisión lo hubieran pasado mal, porque con su empresa, Bokacho, se encarga de muchos cátering para darles de comer. 

CESAR QUIAN

Juanjo Guimarey (A Coruña, 1959) tiene una de las pocas firmas en España especializadas en servir comidas exclusivamente para el sector audiovisual. Posee cuatro camiones con otras tantas cocinas industriales instaladas en ellos, el más grande, de 16 toneladas. Los equipos de Águila Roja y los de El Ministerio del Tiempo, por citar otros dos ejemplos, también han contado con su presencia, en esos casos, al igual que en Juego de Tronos, con camiones alquilados a la misma firma madrileña especializada en atender a esas grandes producciones. 

Grandes estrellas

En su papel de alimentar a tanto actor, confiesa que hace proselitismo de la gastronomía gallega: «Fago moitas veces polbo á feira e carne ao caldeiro, e aínda que sempre hai a quen non lle gusta, a case todos encántalles», relata. Y no. Ni James Bond ni las estrellas de Juego de tronos han catado tales manjares porque los cocineros y el personal, en esos casos, los aportaba la otra firma para la que él también aportaba sus medios.

«As grandes estrelas traen aos seus propios cociñeiros, eu póñolles o camión, pero normalmente son os seus chefs os que cociñan», cuenta, aunque muchas veces también hay actores que se suman al grupo y comparten mesa con el resto de los mortales bajo la misma carpa, explica Guimarey, que conoce los entresijos de los rodajes, especialmente en Galicia, donde ha trabajado mucho. 

ROBIN TOWNSEND

¿Y qué comen los de Juego de tronos? «Pois almorzan contundente, estilo inglés, con panceta, ovos fritidos, salchichas... O peixe sen nada de espiñas, moitas verduras, arroz e carnes preferiblemente cortadas en anaquiños, para non perder tempo», explica el empresario, que conoce los entresijos de muchos rodajes. Y eso porque comen en una hora y vuelven a lo suyo, con un food truck después, al lado del lugar de rodaje, para matar el gusanillo a quien no le baste. Lo malo de su trabajo, explica, es que hay que estar preparado siempre, todo el día, para poner la mesa. «Por exemplo, se a luz non vale nese intre, o director pode decidir mandar a todos a comer para seguir despois, e ao mellor tes 20 minutos para atender a centos de persoas», apunta. Y el director manda sobre el cocinero, claro. 

Guimarey se acercó al cine como actor. De figurante en Mareas Vivas, recuerda, se fijó en el detalle de que había un hueco en el mercado y montó Bokacho. En Galicia, cuenta, no hay mucho interés institucional por los rodajes, pero sí en otras comunidades. Tiene oficina en A Coruña y en Madrid, y en breve abrirá en Almería, «porque alí van 78 producións no primeiro semestre deste ano»

Lleva años conociendo actores y lugares y está encantado, «e os cociñeiros pelexan por vir comigo», dice, porque cocinar donde lo hacen y el ambiente de las películas son cosas que vale la pena vivir. Lo malo es que a veces «hai que chamar unha grúa para quitar os camións dunha praia» o de algún lugar de difícil acceso. O tirar de imaginación para encontrar suministros frescos y agua cuando se acaba.

Entre las estrellas, repasa, hay de todo, y cita entre la gente accesible y amable a Karra Elejalde y Antonio Banderas. Los hay que piden vajilla y hay que llevársela, y los hay que comen en bandejas desechables, como parece que sucede en Juego de tronos. Lo que ya no existe es ese tópico de los actores dándose al vino. «Beben moita auga, nos rodaxes trabállase, logo de noite nos hoteis, xa non o sei», explica.