«En el 89 hubo vinos magníficos en Galicia; nunca más se supo»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

XOÁN A. SOLER

El sumiller explica que los caldos gallegos tienen variedad y riqueza en la línea media, pero faltan grandes añadas

27 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Instituto Galego do Viño abrió en Santiago su curso superior de sumiller con la charla de una de las figuras más destacada del mundo del vino en España, el sumiller Agustí Peris. Eso sí, no es el más políticamente correcto.

-En los últimos años parece que los vinos de España gozan de buena salud, ¿están ya al nivel de los franceses?

-¡Tanto no! Ya sabes que la pregunta condiciona la respuesta.

-Pues desde España se ven bien.

-Digamos que de la línea básica hacia arriba España es probablemente uno de los países con más riqueza, y para mí riqueza significa más opciones. Pero en el nivel de vinos de culto, vinos que seducen a las grandes familias, todavía vamos flojitos.

-Riqueza y calidad, pero faltan vinos emblemáticos.

-Hay calidad en el nivel medio alto. Por ejemplo, pruebas un vino de 15, 20 o 25 euros y ahí España tiene mucha fuerza. Ya al nivel de colecciones, grandes añadas o vinos míticos, hay alguna cosa, pero falta el elemento tiempo.

-¿Hay mucho «postureo» en el mundo del vino?

-Como en todos, hoy en día el ser humano es muy artificial, la propia cultura nos lleva a esto.

-¿Qué puede hacer una atea para educarse un poco en el vino?

-Seguir siendo atea [risas].

-¿Es mejor?

-La duda ayuda mucho, pero es como en otros aspectos de la vida, si no tienes un mínimo conocimiento del cine tampoco disfrutarás. Lecturas, compartir, y si te puedes escapar a una bodega, mejor.

-¿Cómo está Galicia?

-A ver cómo lo explico, no quiero ofender a nadie. En el 89 y 90 ocurrió una especie de terremoto con dos añadas de vinos magníficos, encabezadas sobre todo por Santiago Ruiz, pero nunca más se supo. Algo ha pasado, de aquella opción que emocionó sobre todo a la prensa, en veintitantos años no ha habido nada parecido, por lo que algo ha pasado.

-¿Y qué pasó?

-Galicia tiene esa línea media alta en la que hay opción y riqueza, pero de ahí no pasamos. Para que un sitio sea noticia, para que haya inversión, ha de haber dinero. Si no hay cinco, seis o siete bodegueros que despierten admiración, no a nivel de aquí sino estatal o más allá, no salimos de aquí.

-¿Un sumiller cuando sale de vinos es sibarita?

-Para mí el vino es muy relacional, no es solo la parte líquida, sino el conocer, el ir con amigos. He tenido la suerte de probar grandes vinos y de gente con poder, y en ese momento en el que un señor o una señora abren una botella de 3, 4 o 5.000 euros estamos todos en el mismo plano. Son personas, y esa parte de humanidad es la que me encanta, en ese momento olvidan su ego, sus negocios, es un momento mágico.