La marea naranja de Noya invade Avilés

Noelia Rodríguez AVILÉS

SOCIEDAD

la voz

El Premio Princesa de los Deportes participó junto a 1.800 atletas en una carrera que se convirtió en una reivindicación del triatlón

22 oct 2016 . Actualizado a las 23:32 h.

Avilés es una referencia del triatlón en España, por ser de las primeras ciudades en que se gestó esta disciplina y por haber acogido hace unos meses el Mundial de Duatlón, y esta mañana ha sido el escenario en que se ha reivindicado esta especialidad con un padrino de excepción: el último Premio Princesa de Asturias de los Deportes, que con esta carrera puso broche a una intensa semana de actos en el Principado. Javier Gómez Noya ha participado junto a 1.800 corredores, alguno de ellos historia y futuro del triatlón en Asturias, en un recorrido por el centro de Avilés, pero también se dio un baño de multitudes. Repartió besos, firmas y hasta se cruzó con una novia que apenas podía salir del coche cuando se vio invadida por la marea naranja que perseguía al campeón mundial en su retirada al hotel. La multitudinaria carrera coincidió con la celebración de dos enlaces en el Ayuntamiento avilesino, que se vieron eclipsados por la prueba, que congregó a numerosos curiosos desde primera hora.

La carrera se convirtió en una fiesta del triatlón y en una reivindicación de una disciplina que aunque ahora está en boga pocos apostaban por ella hace apenas un par de décadas. Parte de este mérito se debe a gente que se inició en la especialidad años atrás y que hoy corrió codo con codo junto a Noya. Julián Fernández Grela, uno de los fundadores de la Agrupación Deportiva Triatlón Avilés -el primer club de triatlón de España, era uno de ellos. También estaban los medallistas olímpicos Enrique Rodríguez Cal «Dacal» y Alfonso Menéndez Vallín; el atleta Aitor Fernández de la Coba y la triatleta Paula Herrero. Jaime Ruiz Peña y Rubén Nicieza Rodríguez «Pola» no son de Avilés, pero fue aquí donde hace unos meses consiguieron medalla en el Mundial de Duatlón. Entonces Noya no pudo participar por estar lesionado, pero hoy se pudo sacar la espina haciendo primero un recorrido en bicicleta que le llevó desde el Centro NIemeyer a la plaza de España y luego con la multitudinaria carrera por el centro de la ciudad. Firmó en el libro de honor del Ayuntamiento y en el de la Fundación Deportiva Municipal, en los que agradeció a la ciudad «el apoyo al deporte y ser un referente mundial». La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, le puso como «ejemplo de esfuerzo y perseverancia, demuestra que además de conseguir nuestro sueño podemos alcanzar la excelencia».

Guiño a los patrocinadores

El campeón del mundo volvió a compartir el Premio Princesa de Asturias de los Deportes con una disciplina a la que «llevo muchos años dedicando trabajo y esfuerzo» y confió en que la distinción sirva para «darle un impulso y que las empresas nos vean para anunciar sus productos», dijo en un guiño a posibles patrocinadores tras la visibilidad alcanzada en los últimos meses por él mismo y esta disciplina deportiva en general. Buena parte de los participantes comparten con él el deseo de que se dé un empujón al triatlón. «Venimos a apoyarlo y a ver si lo medios empiezan a reconocerlo más», aseguraba Daniel Martín antes de iniciar la carrera. Junto a Marta Neves había venido desde Oviedo.

Hubo gente que se acercó a la villa desde otros puntos de Asturias, pero sobre todo había mucho avilesino entre los participantes, algunos tan pequeños que hicieron el recorrido en silla llevados por sus padres. Otros, con algún año más, corrían en familia y con amigos y reconocían que ven con buenos ojos esto de iniciarse en el triatlón. Es el caso de Jacqueline y Fran Ramírez y Luz Covadonga Martín. A su lado Isidro Ramírez aseguraba que «es un deporte muy completo, hay que estar muy preparado, es para personas ambiciosas». Él, como el resto de los presentes, reconocía que «es un honor poder correr al lado de Noya». El Premio Princesa de Asturias de los Deportes acabó el recorrido a pie en apenas diez minutos. Cuando él casi se estaba yendo de la plaza de España aún llegaba algún que otro corredor retrasado. El tiempo era lo de menos, el caso era sumar en la marea naranja y hacer visible el triatlón.