La ciudad de las mentiras

Miguel-Anxo Murado
Miguel-Anxo Murado ESCRITOR Y PERIODISTA

SOCIEDAD

Ed

Durante la última campaña presidencial norteamericana las noticias falsas y disparatadas anegaron Internet, y el origen de gran parte de esos bulos fue la localidad macedonia de Veles

10 dic 2016 . Actualizado a las 09:48 h.

Veles es una pequeña ciudad de unos 40.000 habitantes en el centro de Macedonia. Lo más notable que hay allí es el puente sobre el parduzco río Vardar, la torre de reloj y sus iglesias dedicadas a San Demetrio y San Nicolás. Hace tiempo también era famosa por su porcelana de ocres azules y verdes con rebordes dorados. Pero Veles tiene ahora otra industria local mucho más próspera: la mentira.

Se habló mucho durante la última campaña presidencial norteamericana del torrente de noticias falsas y disparatadas que anegaron Internet -que, como todos sabemos, es el futuro del periodismo-. No es que esto de las mentiras en política o en Internet sea algo nuevo, pero lo que ocurrió con el duelo Trump-Hillary fue un auténtico festival de la mendacidad. Esas noticias falsas y rumores enloquecidos salían de todas partes, pero el caso es que cuando a los expertos se les ocurrió rastrear el origen de esos bulos se encontraron con una sorpresa. Una cantidad desproporcionada de ellos venían de un solo sitio: esta pintoresca localidad macedonia de Veles.

Al parecer, la cosa empezó cuando un chaval de 15 años se puso a publicar noticias falsas en Facebook y ganar dinero con los clics de la publicidad. La idea se extendió por el instituto local y pronto había docenas de compañeros suyos elaborando falsas informaciones sobre la campaña norteamericana. El análisis del tráfico en las redes muestra que a esto le dedicaban las últimas horas de la tarde, después de volver de las clases, lo que parece dar la razón a los padres que dicen estos días que el exceso de deberes en España es un obstáculo para otras actividades extraescolares.

Puede que como actividad extraescolar, esta de intoxicar informativamente, no sea tan formativa como ir a clases de dibujo, ballet o kárate, pero parece que resulta bastante más lucrativa. El salario medio en Veles es de unos 350 euros mensuales y algunos de estos chavales han estado sacando del orden de 1.800 al mes a base de difundir historias del estilo de «El papa Francisco prohíbe a los católicos votar por Hillary» o «Aparecen pruebas de que Obama nació en Kenia».

Ellos aseguran que la política les da igual. De hecho, comenzaron inventando noticias favorables al candidato progresista Bernie Sanders, antes de caer en la cuenta de que los seguidores de Trump eran mucho más numerosos y más crédulos. Al principio, estas noticias ni siquiera las redactaban ellos; se limitaban a copiarlas de páginas pro-Trump. Pero ahora el negocio va tan bien que algunos de estos, llamémosles, jóvenes emprendedores aseguran tener contratados hasta una docena de colaboradores norteamericanos para que escriban contenido en un inglés pasable.

Cuando esta semana se publicaron los resultados del informe PISA, lo primero que hice fue buscar Macedonia en la lista. En comprensión lectora y ciencias aparece de cuarta empezando por la cola, y de quinta empezando por la cola en matemáticas.

La prensa macedonia duda si tratar el asunto como una vergüenza o un fruto temprano de la economía digital, que tanto promete. Tampoco en Veles saben muy bien qué pensar. Las autoridades temen que todo esto le dé mala fama al pueblo, aunque, por otra parte, no se resisten a considerarlo como un éxito de su política de introducir la informática en las aulas. Los padres no quieren hablar con los periodistas, pero llama la atención la cantidad de cochazos que hay aparcados delante de las viviendas modestas. La mentira podría acabar convirtiéndose en un monocultivo para Veles. Al fin y al cabo, es una de las industrias más sostenibles que existen.