«¡Casta!», «¡Podemita!»: Las dos Españas, en el anuncio de Navidad de Campofrío

F. B. F. LA VOZ

SOCIEDAD

La empresa alimentaria vuelve a firmar para estas Navidades un anuncio con el que busca tocar el corazoncito de los españoles

28 dic 2016 . Actualizado a las 14:19 h.

Freixenet, la Lotería y Porcelanosa siempre han firmado los anuncios más esperados de las Navidades. Pero desde hace unos años también se ha colado en esta selecta grupeta Campofrío.

La última campaña de la empresa alimentaria con sede en San Sebastián de los Reyes vuelve a tocar el corazoncito de los españoles. El leitmotiv: las dos Españas.

Para contextualizar bien la historia, el anuncio arranca en la Guerra Civil, con una escena en la que un miliciano y una joven azuzada por una monja se cruzan unas cariñosas palabras. Como si fuese el punto de partida de todas las divisiones que afectan al país.

Parece que ochenta años más tarde no se ha conseguido pasar página. Por supuesto, de fondo se encuentra el tradicional eje izquierda-derecha, que siempre suele empapar todos los debates, pero no es el único.

Parece que ochenta años más tarde no se ha conseguido pasar página. Con la furgoneta sobre la que viajaba el joven miliciano de fondo, Campofrío enfrenta a una españolista con un independentista, a un antidisturbios con una manifestante, a una taurina con un antitaurino, a un bético con una sevillista, a un carnívoro con una vegetariana, a un simpatizante de Podemos con otro del PP. Lo que ocurre a continuación es magnífico.

Visita a la tumba de Gila 

Campofrío sorprendió en el 2011 con un anuncio para la televisión dirigido por Álex de la Iglesias, que reunió a los principales cómicos del país en plena crisis económica buscando una sonrisa de los telespectadores. Los humoristas (no falta nadie) visitan la tumba de Gila para preguntarle al maestro si, con la que estaba cayendo, se podía apreciar el lado bueno de todo. Suena un móvil. «¿Es el enemigo?».

Fofito y el origen de la marca España 

En la Navidad del 2012, con el país bajo de ánimo, aún en plena travesía de una de las etapas más duras de la crisis económicas, Iciar Bollaín reclutó al payaso Fofito, que elaboró el currículo de todos para compartir un mensaje optimista. Una especie de anuncio de marca España en el que se encargaba de ensalzar los puntos fuertes del país. Inolvidable el pequeño papel de la querida actriz Chus Lampreave, enviándole un paquete de chorizo a la agencia de calificación de riesgo Moody's y un poco de pavo a Merkel, la gran impulsora de los recortes.

Nadal y Gasol, «Hazte extranjero» 

La actriz de Volver y de Belle Époque repitió al año siguiente con Hazte Extranjero, de nuevo bajo la dirección de Bollaín. Harta de ser española, Lampreave recorre de arriba a abajo un mercadillo de países buscando adoptar una nueva nacionalidad. Pau Gasol y Rafa Nadal son las dos grandes estrellas invitadas en este spot. 

Esta promoción ha sido retirada de Internet. 

El incendio que devoró Campofrío 

A mediados de noviembre del 2014 un espectacular incendio arrasó con la planta de Campofrío en Burgos, la más grande de España. Las llamas devoraron durante más de diez días el centro de trabajo y los corazones de las familias de los más de mil empleados que trabajaban en ese centro. Campofrío arranca el spot navideño de ese año con imágenes del fuego en su fábrica, una presentación para lanzar el mensaje de que este año «a todos se nos ha quemado algo»: Afectados por las participaciones preferentes, recortes en el arte, estudiantes, el ébola...

Santiago Segura, a lomos de una bicicleta con extintores, llega a la estación de bomberos en la que Chiquito de la Calzada y Chus Lampreave atienden millones de llamadas. De repente llegan cientos de personas solidarias, dispuestas a arrimar el hombre con los menos afortunados. Es la forma de Campofrío de dar las gracias por las muestras de apoyo que había recibido durante el último mes. 

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«No te amargues, hombre» 

El anuncio de las pasadas Navidades está ambientado en un hospital. Con el volver de Carlos Gardel de fondo en versión española, Tristán Ulloa despierta en su cama tras años en coma. Le espera su mujer, Emma Suárez, que tras besarlo le presenta a su hija, a su familia, a sus amigos. Flipa con WhatsApp, tiene que volver a aprender andar en bicicleta Emma Suárez... Tristán Ulloa disfruta con todo. Hasta de un paseo por una de esas abarrotadas calles de la capital española que bajan hasta la puerta del Sol.

De repente aparece sentado compartiendo mesa junto a un grupo de amigos. El de enfrente, que está leyendo el periódico, muestra su malestar con la situación del país. «Esto es un desastre. Dentro de poco no vamos a poder ni salir a la calle, ni decir lo que pensamos, ni comer lo que nos gusta, ni respirar . Apetece meterse en la cama, cerrar los ojos y no volver a abrirlos», dice. Inmediatamente después recibe una lección de la vida.