El papa pierde a una aliada clave en su lucha contra la pedofilia en la Iglesia

K. V. VATICANO / AFP

SOCIEDAD

TONY GENTILE | Reuters

La irlandesa Marie Collins renunció este miércoles a su cargo por las trabas y resistencias del Vaticano a su trabajo

02 mar 2017 . Actualizado a las 08:10 h.

La irlandesa Marie Collins, víctima de abusos sexuales y miembro del grupo de expertos creado por el papa Francisco para luchar contra la pedofilia en la Iglesia, renunció ayer a su cargo por las trabas y resistencias del Vaticano a su labor. Con un comunicado oficial, la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores anunció la renuncia de Collins, lo que constituye un duro golpe para el pontífice y su promesa de aplicar tolerancia cero a los curas que abusan sexualmente de menores.

La renuncia de Collins ocurre en un momento delicado, ya que el papa ha sido criticado duramente esta semana por varios medios de prensa internacionales por haber reducido recientemente las sanciones a un grupo de párrocos pedófilos y por considerar la pedofilia como «una enfermedad», según declaró recientemente. Su decisión cayó mal entre las víctimas y los asesores pontificios, pese a que fue definido como «un gesto de misericordia» del papa.

El castigo apartaba a los curas culpables del sacerdocio y los condenaba a «una vida de penitencia y a la prohibición de ejercer públicamente su ministerio».

La misma sanción fue aplicada en el 2006 al mayor abusador sexual de la Iglesia, el líder y fundador de los Legionarios de Cristo, el padre Marcial Maciel. La sanción más grave dentro de la Iglesia es reducirlos al estado laical.

La comisión contra le pedofilia fue creada a petición del papa argentino en el 2014. Está formada por unos quince laicos y religiosos y tiene el encargo oficial de proponer al pontífice «iniciativas oportunas» para combatir ese fenómeno dentro de la institución.El año pasado, la otra víctima de la comisión, el inglés Peter Saunders, renunció tras asegurar que se sentía traicionado por el papa Francisco y por una Iglesia que «no hace nada» de cara a la pedofilia.