Una pareja italiana pierde la custodia de su hija de 7 años por tener ella 63 y él 75; expertos gallegos descartan que estas medidas puedan llegar a España por ser «inconstitucionales»
14 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El progreso en materia genética que permite a tantos padres cumplir sus deseos de tener un hijo a edades antaño impensables puede dejar a los progenitores en la peor de las situaciones en Italia. Ayer fueron muchos los que se echaron a temblar cuando vieron que el tribunal de apelación de Turín confirmaba la sentencia por la que se dará en adopción a una niña de siete años al considerar que los padres, ella de 56 y él de 68 cuando nació la menor -ahora tienen 63 y 75, respectivamente-, no son idóneos por ser demasiado mayores.
Con el veredicto, la patria potestad de la niña pasa a la familia de acogida con la que lleva viviendo desde el 2010, cuando una vecina denunció al padre de la pequeña por «abandono» de la menor, de entonces 15 meses, por dejarse este al bebé solo en su coche durante unas horas. El hombre fue absuelto. Sin embargo, tanto él como su mujer no han podido librarse del estigma de la edad, ya que son sus años los que les han separado definitivamente de su hija.
«La edad no garantiza la idoneidad para ser padres, legalmente no le veo justificación», comenta la abogada Inés Rey sobre la situación de los progenitores de esta niña, nacida gracias a un proceso de fecundación in vitro realizado fuera de Italia. La letrada tilda de «barbaridad» la sentencia.
La polémica ya está servida en el país mediterráneo pero ¿y en España? ¿Es posible que empiecen a contemplarse este tipo de medidas? Según los expertos consultados, no. Parece improbable que el Código Civil imponga límites en cuanto a la edad a la que una pareja puede tener un hijo «porque es inconstitucional y porque el Derecho español no se va a meter en casuísticas particulares». Estas palabras, del abogado y politólogo Ignacio Bermúdez de Castro, no difieren de lo que piensa Rey, que cree que se trata de «un debate social en el que el Código Civil de nuestro país no va a entrar».
«Tenemos un presidente [Feijoo] que acaba de tener a su hijo a los 55 años y, como él, tantos padres, y no pasa nada», comenta Bermúdez de Castro. No solo eso, explica Rey, sino que el hecho de que separen a un menor de sus progenitores naturales por la edad «puede tener repercusiones psicológicas para el niño más graves que el hecho de que tenga padres mayores», sostiene.