Bolsas de heces tiradas en cada esquina de la muralla de Lugo

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

OSCAR CELA

El concello se planteó hace tiempo la posibilidad de prohibir el acceso de los canes al adarve

22 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lugo tiene en el adarve de su bimilenaria muralla romana, declarada patrimonio mundial por la Unesco, uno de sus mejores paseos. Es un lujo accesible a todos porque cuenta con un elevador. Incluso se puede pasear sobre ella con perros. Ahí empieza un problema de falta de civismo que se agrava por temporadas o, cuando no desaparece, mengua. Pero se mantiene. La cuestión son los excrementos que quedan en el paseo de ronda tras el paso de aquellos canes cuyos dueños incumplen las disposiciones municipales que obligan a recogerlos. En enero, a pocos días del inicio del año, La Voz dio cuenta de que una mañana prácticamente no había esquina del monumento en el que no hubiera una o más bolsas con excrementos tiradas en el suelo. Era un triste paisaje.

De la limpieza del adarve de la Muralla se encarga la empresa concesionaria del aseo urbano de Lugo. Un pequeño furgón recorre la ruta y la conductora va recogiendo las bolsas con deposiciones, cuando están embolsadas, o las propias heces.

Hubo un tiempo en el que el Concello se planteó la posibilidad de prohibir el acceso de los canes al adarve. Como al gobierno local de entonces, socialista como el de ahora, le parecía una medida un poco drástica, especialmente desde el punto de vista electoral, optó por acondicionar un canil al pie del monumento. Tiene uso y a estas alturas necesita mejoras, pero no ha impedido que los dueños de perros continúen optando por pasearlos por el adarve, aunque muchos no recojan las heces.

Pero ese gran problema de los excrementos no solo afecta a la Muralla, claro; tanto es así que entre los días 10 y 23 de abril habrá, según el Gobierno local, «control de excrementos de animais nas vías públicas». Y en el adarve.