Galicia pone en marcha la normativa que socializa el uso de desfibriladores

Juan María Capeáns Garrido
J. Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

MONICA IRAGO

Impulsa un registro de instalaciones voluntarias en espacios con mucho público

24 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«En Galicia e en Europa vexo moitos extintores e pouco desfibriladores». La apreciación es del presidente de la Xunta, que se ha propuesto llenar la comunidad de aparatos automáticos en espacios públicos que optimicen la asistencia a los pacientes que sufran un accidente cardiovascular. «Tratamos de reducir as consecuencias destes episodios e, nalgún caso, de evitar mortes», explicó Núñez Feijoo tras la reunión semanal del Gobierno en la que se aprobó el texto definitivo de un decreto que contó previamente con un plan piloto.

De esta forma se activa oficialmente el registro y el mapa de desfibriladores externos, que son aquellos que están instalados en espacios públicos no sanitarios, de los que se hace cargo la Xunta. La sencillez de los dispositivos de nueva generación -prácticamente funcionan solos siguiendo unas pautas muy fáciles- ha animado a la Administración a promover más instalaciones, hasta el punto de que su inclusión en los concursos públicos tendrá premio. Sanidade, a través del 061, se compromete a coordinar el uso en caso de incidencias, a formar a los responsables y a facilitar los trámites de su implantación, que tan solo requerirá una declaración responsable y su inclusión en el registro de urgencias sanitarias.

El presidente remarcó que el decreto tiene carácter «voluntario», pero señala los lugares en los que sería recomendable la existencia de desfibriladores, caracterizados por una gran afluencia de personas. Serían los grandes establecimientos, centros comerciales, aeropuertos y puertos de pasajeros, estaciones y apeaderos de autobús y ferrocarril, instalaciones deportivas y centros educativos, si bien Feijoo admitió que las incidencias cardiovasculares en estos últimos espacios son reducidas. 

Más de 5.000 pacientes

Desde que Galicia reguló el uso fuera de los centros sanitarios, en el año 2001, recibieron atención 5.046 pacientes. En uno de cada cuatro casos el dispositivo detectó un ritmo cardíaco inusual y realizó descargas, y en la mitad de ellos la persona recuperó el pulso durante la atención extrahospitalaria.

En el censo actual, que se confía en multiplicar en los próximos meses tras democratizar su uso, hay registrados unos setecientos desfibriladores externos disponibles en aeropuertos, recintos deportivos, empresas y otros centros privados.