California se prepara para la llegada del gran tsunami

adriana rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

JUSTIN SULLIVAN | AFP

El último maremoto que golpeó el norte del estado se produjo en el año 1700 y, según los científicos, la gran ola se repite cada 300-500 años

28 mar 2017 . Actualizado a las 07:59 h.

California se prepara para el peor escenario posible. Sus habitantes llevan años viviendo bajo la amenaza de la falla de San Andrés y en permanente cuenta atrás por el cada vez más cercano gran terremoto, conocido como el big one. Pero ahora los científicos destacan que hay un fenómeno más del que los californianos deben estar pendientes: el tsunami. Los expertos ya han dado la voz de alarma y, por eso, desde ayer y hasta el próximo 31 de marzo se celebra la semana de la concienciación, durante la que más de cien mil personas participarán en talleres y simulacros de evacuación.

El último maremoto que golpeó el norte de California se produjo en el año 1700 y, según los científicos, la gran ola se repite cada 300-500 años, por lo que este estado está en tiempo de descuento.

Al contrario de lo que se podría pensar, no es la falla de San Andrés la que más preocupa. El verdadero peligro lo tiene su hermana del norte, la falla de Cascadia. Fue ella la culpable de la gran ola que hace 317 años golpeó la costa de EE.UU. y atravesó con fuerza el Pacífico dañando pueblos de Japón. «La falla de Cascadia puede provocar un terremoto con casi 30 veces más energía que la de San Andrés y luego generar un maremoto que no podría generar tampoco la otra falla», explicó Chris Goldfinger, profesor de geofísica de la Universidad Estatal de Oregón, en CNN. Cascadia es una falla de subducción y no de transformación, como lo es la de San Andrés. En el primer caso, las placas se meten una debajo de la otra. En el segundo, el desplazamiento es horizontal. Cuando las fallas de subducción tiemblan con fuerza debajo del mar, generan un desplazamiento vertical del agua que, en función de su fuerza, pueden provocar un fuerte maremoto como el que golpeó Japón en el 2011.

Cuando Cascadia vuelva a rugir, la destrucción podría ser masiva, con un sismo de hasta magnitud 9 en la escala de Richter y un tsunami con olas de 15 metros de altura que podrían matar hasta 11.000 personas y herir a más de 26.000, según el modelo de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias. Por eso es importante que la gente sepa qué hacer en los 10-20 minutos que tendrían para desalojar sus casas.

La potencial letalidad de Cascadia comenzó a ser conocida en los ochenta. Antes se había pasado por alto debido a su escasa actividad. «Cuanto más sabemos de ella, menos nos gusta», dice Goldfinger. El mayor peligro de tsunami se sitúa en el norte de California.

Un estudio de la Universidad Estatal de California advierte del peligro que supondría que San Andrés se uniese a otra falla, la de San Jacinto, ubicada más al norte. El temblor recorrería California de punta a punta y la devastación sería de proporciones inimaginables. A pesar del avance en los sistemas de medición y detección, la predicción de los terremotos sigue siendo la gran asignatura pendiente para los sismólogos. Pero todos coinciden en una cosa cuando hablan del big one: «No es una cuestión de si pasará, sino de cuándo pasará».