Estados Unidos condena a los usuarios de Internet a perder su privacidad

adriana rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

FOCKE STRANGMANN | EFE

El Congreso autoriza a las empresas proveedoras a comerciar con datos de clientes

30 mar 2017 . Actualizado a las 08:18 h.

«Los estadounidenses no estarán nunca a salvo de tener sus datos personales sigilosamente examinados y protegidos o de ser vendidos al mejor postor». Así de claro ha sido el director ejecutivo del Center for Democracy and Technology, Jeffrey Chester, en The Washington Post, tras el nuevo varapalo que el Congreso de EE.UU. ha dado al legado de Barack Obama. En forma de propuesta de ley, la normativa ya ha sido enviada al presidente Donald Trump para que de un plumazo, borre las instrucciones de su antecesor en el universo de las reglas de acceso a Internet. ¿Pero qué supone esta propuesta exactamente? Pues básicamente el fin de la privacidad al permitir a los proveedores de Internet estadounidenses (ISP) como Verizon, AT&T y Comcast, utilizar datos de los usuarios para fines comerciales.

La información puede ir desde conocer sus hábitos de navegación, o ubicaciones, hasta su estado de salud, orientaciones sexuales, e incluso algo tan peligroso como poder acceder a sus números de la Social Security (que contienen todo el historial de crédito del ciudadano). «Estas informaciones figuran entre las más íntimas de la vida de una persona. Los consumidores debemos poder controlar qué hacen las empresas con nuestras vidas», denunció Natasha Duarte, en el Post.

La desregulación facilita además la creación de anuncios personalizados con todos los datos adquiridos del usuario, o incluso poder vender directamente la información a empresas de márketing o compañías financieras, cuyas funciones se desarrollan entre la explotación de datos. Sus defensores justifican este paso asegurando que de esta forma se permitirá competir en igualdad de condiciones en el negocio publicitario en Internet, que mueve la friolera de 83 mil millones de dólares anuales. Es decir, que la aprobación de este texto supone una enorme victoria para las grandes empresas de telecomunicaciones, que verán ahora su camino despejado.

Asociaciones de defensa de los derechos civiles siguen recogiendo las críticas de los defensores de la privacidad en la red, que han calificado esta bofetada a la anterior Administración como «un tremendo revés para EE.UU.», al afectar nada menos que a la protección digital de sus ciudadanos. Para este sector, si Trump da su visto bueno a la ley (como es previsible), lo que se estaría apoyando es el consentimiento de los usuarios antes de que estos en realidad permitan vender sus datos.

Paralelamente y según varios medios, se estará permitiendo la difusión incontrolada de datos personales que se enfrentarán incluso al peligro de ser mal utilizados por hackers.

La normativa, que salió adelante con 215 votos republicanos a favor y 205 en contra (entre los que estaban todos los demócratas junto a 13 republicanos), está ahora a la espera de que el presidente Trump estampe su firma y de esa forma acabar con otra de las regulaciones de la anterior era de Obama. 

Proceso rápido

Llama mucho la atención la rapidez con la que se ha sacado adelante la legislación tanto en el Senado como ahora en la Cámara de Representantes de Estados Unidos: En menos de un mes, sin debate previo y sin consultar con ninguna comisión ni tampoco con expertos del sector, sobre cómo llevar a cabo la elaboración de dicho texto.

La regulación anterior fue aprobada el pasado mes de octubre por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) y exigía a los proveedores de conexión de Internet que antes de vender cualquier dato de sus clientes deberían de obtener su permiso previo.