El papa condena la masacre de Siria y pide la paz frente a la escalada de «horror y muerte»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

TIZIANA FABI

El pontífice rompió con la tradición de la bendición «urbi et orbi» improvisando una homilía en la que pidió a los fieles que no pierdan la fe ante un mundo de atrocidades

17 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El papa Francisco condenó ayer el atentado suicida con camioneta bomba perpetrado en Siria; un «innoble y despreciable ataque» que mató a más de 120 personas, entre ellas 68 niños. Al impartir la tradicional bendición urbi et orbi que pone fin a las celebraciones de Semana Santa, y ante decenas de miles de personas congregadas en la plaza de San Pedro del Vaticano, el papa llamó a la paz en Oriente Medio y en Siria, pidiendo el fin de un conflicto que «no deja de sembrar horror y muerte» entre la población civil.

«Especialmente en estos días, que [el Señor] apoye los esfuerzos de todos aquellos que están activamente implicados en llevar consuelo y alivio a la población en Siria, a la amada y torturada Siria, presa de una guerra que continúa mostrando el horror y la muerte», manifestó. 

Previamente, el papa había roto la tradición improvisando una homilía durante la celebración eucarística, en la que pidió a los fieles congregados en la plaza de San Pedro que no pierdan la fe ante un mundo de atrocidades. «Ayer tuvimos el último despreciable ataque contra refugiados que huían y que ha causado muchos muertos y heridos», subrayó el pontífice.

El papa argentino también pidió la paz para otras naciones devastadas por la guerra, recordó «Sudán del Sur, Somalia y la República Democrática del Congo, que padecen conflictos sin fin, agravados por la terrible carestía que está castigando África», y llamó al diálogo a los líderes políticos, a quienes demanda «valor» para acabar con el tráfico de armas.

En su mensaje de Pascua, el papa también denunció la trata de personas, la explotación de niños o el terrorismo.