Duelo de pistolas por un jamón ibérico

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

SOCIEDAD

CAPOTILLO

Los mejores tiradores de la Guardia Civil, la Brilat, la Policía Nacional y la Local compiten en Pontevedra en puntería y tácticas antiterroristas. El premio, embutidos

25 abr 2017 . Actualizado a las 08:05 h.

La cita es en el campo de tiro pontevedrés de Cernadiñas Novas. En este espacio se retan desde ayer los, probablemente, mejores tiradores gallegos de la Guardia Civil, la Brilat, la Policía Nacional y Local -Pontevedra, Nigrán o Lugo, son algunos de los cuerpos municipales presentes en esta cita-, en la que también participa un agente del grupo antiterrorista (GAR) de La Rioja. No hay trofeos, pero está en juego un buen surtido de embutidos ibéricos, además de saberse el agente que mejor combina puntería con pulso firme.

Este es el trasfondo de un torneo organizado por Manuel Picón Sánchez y Santi Golmar y que este año alcanza su veintisiete edición. Hay 85 participantes, entre quienes por primera vez hay siete mujeres, una prueba del peso que han ido tomando las mujeres en los cuerpos de seguridad.

Los participantes, tanto en la categoría individual como en la de equipos (de entre tres y cinco tiradores), han de superar tres ejercicios dirigidos a sofocar una amenaza terrorista. Los escenarios a los que han de enfrentarse en las pruebas son tres.

En uno de ellos han de asaltar una vivienda que aloja tanto a terroristas como a civiles. Los agentes deberán ir de habitación en habitación, reduciendo a los enemigos. Equivocarse de blanco supone una penalización.

¿Y quién no ha visto alguna vez la recreación de un tiroteo real en el que un agente debe de arrastrar por el suelo a un compañero herido bajo una intensa lluvia de proyectiles para ponerlo a cubierto? Menos la parte de los proyectiles, la segunda prueba reproduce dicho escenario. La diferencia es que en lugar de un compañero herido, el peso muerto que han de arrastrar los agentes es el de un maletín. «No pueden soltarlo en ningún momento y, si lo haces, te tienes que parar y no puedes disparar», señala Manuel Picón. En este caso, las siluetas móviles se van desplazando hasta que quedan ocultas detrás de los civiles.

Pero no todas las prácticas son con pistola. Para el tercer ejercicio han de usar una escopeta policial con la que deberán abatir cinco blancos para, luego, luego acudir a zonas en las que les han notificado la presencia de terroristas con rehenes.

A diferencia de otros torneos policiales que tienen lugar en el territorio español, en este de Galicia está prohibido el uso de cualquier equipamiento ajeno a la uniformidad de los distintos cuerpos. No pueden utilizar fundas deportivas de extracción rápida, solo las que tienen los uniformes oficiales, pero pueden llevarlas en cualquier parte del cuerpo.

Tanto la escopeta como la pistola deben ser las reglamentarias. No pueden llevar ningún tipo de modificación. Los cargadores han de tener una capacidad máxima de quince balas o proyectiles.

Pero lo que deja claro esta prueba es que donde ponen el ojo los agentes, ponen la bala.