«No hay nada parecido a esto en el mercado», dice Gómez, convencido de que el invento triunfará
31 may 2017 . Actualizado a las 12:07 h.En la película La Isla (2005), el personaje que representa Ewan McGregor se sienta en el baño, el váter analiza la orina y, en consecuencia, se modifica la dieta programada para ese día. Está ambientada en el año 2020. En este 2017, la start-up murciana S-There ha diseñado un dispositivo que se implanta en un váter, analiza la orina y determina el nivel de hidratación del usuario. Prevé sacarlo al mercado a finales del próximo año.
«Al principio pensamos en un dispositivo que monitorizaba la glucosa en orina, para diabéticos», explica uno de los tres integrantes del equipo, el enfermero Adrián Gómez. La idea surgió en un encuentro de programadores en Bilbao. Pero se fue transformando: «Nos dimos cuenta de que los enfermos renales no tienen ninguna herramienta en su casa para saber cuánta agua tienen que beber», dice. Y no es un asunto menor, porque si retienen demasiados líquidos o, por el contrario, se deshidratan, pueden sufrir complicaciones.
Por eso, reformularon su dispositivo para que mida la hidratación del usuario a través de la densidad de la orina. Diseñaron cómo colocarlo en el inodoro fuera del agua para captar la muestra y le añadieron un Bluetooth de baja energía para que el dispositivo solo actúe si el usuario tiene un móvil que ya ha configurado previamente. Los datos se envían a ese teléfono y se podrían hacer llegar a la familia del usuario -algo útil para ancianos que viven solos- o incluso a un médico.
«No hay nada parecido a esto en el mercado», dice Gómez, convencido de que el invento triunfará. Ahora buscarán proveedores de materiales en China y también implantar una batería que dure hasta un año.
El váter lo pone el usuario.
El váter inteligente se presentó ayer en Vigo dentro del encuentro Health 2.0 Galicia, un encuentro que promueve la implantación de soluciones innovadoras en sanidad. Está coordinado por el enfermero de urgencias Felipe Iglesias. «Hay que crear cultura de innovación entre los profesionales para que sea más fácil que las direcciones de los hospitales adopten soluciones tecnológicas», defiende. Él mismo es experto en informática y ha diseñado aplicaciones para su uso en salud.
La jornada se desarrolló en el Hospital Álvaro Cunqueiro y contó con 200 asistentes.