¿Por qué escasean las vacunas?

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

El complejo proceso de fabricación y la demanda son los motivos principales; ahora el problema está en la hepatitis A

27 jun 2017 . Actualizado a las 09:50 h.

Desde el año 2015 siempre ha habido escasez de alguna vacuna en Galicia. Al contrario de lo que ocurre con otros medicamentos, en los que la falta de suministro es muy puntual -días o a lo sumo una semana-, con estas inmunizaciones los problemas se alargan meses y años. Pero ¿por qué escasean las vacunas habiendo demanda? El factor fundamental es el proceso con el que se elaboran, aunque el equilibrio entre la demanda y la oferta también provoca desabastecimientos.

Desde el departamento de Saúde Pública de la Consellería de Sanidade achacan a estos dos motivos la falta periódica de vacunas. En primer lugar, porque a veces se produce una rotura en alguna fase del proceso, «e como son procesos moi regrados e estritos, orixinan retrasos importantes», explican. El responsable de pediatría del CHUS y experto en vacunas, Federico Martinón, insiste en que el sistema «es tremendamente complejo». Y es que algunas de las vacunas se elaboran fabricando cada uno de los componentes por separado en diferentes lugares, «y hay pocas fábricas en el mundo», apunta. Un ejemplo, la famosa Bexsero para la meningitis B, del laboratorio GSK, que requiere entre nueve meses y un año para su puesta a punto.

Y por supuesto, la demanda también influye. En determinadas épocas surge un aumento de las peticiones a nivel mundial y los laboratorios tienen dificultades para abastecer. Ocurre por ejemplo cuando aparece una vacuna nueva «porque o proceso é largo e complexo e pode non ser capaz de responder á demanda». La de la meningitis B es el ejemplo más claro, ya que desde que se autorizó su venta en farmacias en octubre del 2015 nunca hubo un suministro regular.

Martinón Torres apunta otro factor, y es que los laboratorios son empresas, por lo que hay países en donde se pagan precios más elevados por las vacunas y en los que no se registran tantos problemas de suministro.

La falta de vacunas puede ser mundial, por países, o incluso por comunidades si hay varios laboratorios que las fabrican y cada autonomía tiene contrato con uno diferente. Cuando el problema es significativo se dan alternativas a través de la comisión de salud púbica y se comparte el stock de vacunas «entre todas as comunidades, independentemente dos contratos que se teñan firmados», sostienen desde el Sergas

Al menos tres vacunas muy demandadas han tenido problemas en los dos últimos años, las de la tosferina, hepatitis A y meningitis B. En mayo del año 2015 las comunidades avisaron a sus profesionales de la ausencia de componentes para la tosferina a nivel mundial. Todas las autonomías revisaron sus calendarios infantiles, posponiendo las dosis de recuerdo y priorizando la protección de las embarazadas, que comenzó en diciembre de ese año. Fue una de las más afectadas últimamente, por lo que las fábricas priorizaron las hexavalentes -que protegen frente a más enfermedades-, y los problemas se concentraron en la pentavalente, la dTpa y otras. Tras meses de escasez, en el 2017 se normalizó el suministro aunque en febrero hubo un nuevo aviso de desabastecimiento. Desde marzo se ha regularizado.

En el caso de la hepatitis A el problema es reciente. Ha habido un repunte de la enfermedad, sobre todo en el colectivo de hombres que tienen sexo con hombres y un problema de suministro a nivel mundial en la vacuna de adultos. El Ministerio de Sanidad ha restringido su uso para que se priorice la vacunación de estos colectivos de riesgo, algo que ya han hecho comunidades como Galicia o Madrid.

Alguna farmacia gallega ya tiene «stock» de la demandada Bexsero

Llegó en octubre del 2015 a las farmacias, pero nunca fue suficiente para abastecer la demanda. La vacuna para la meningitis B, la famosa Bexsero, sigue sin normalizar su suministro y llegando a cuentagotas, pero las listas de espera de padres que querían vacunar a sus hijos han ido descendiendo hasta el punto de que alguna botica ourensana admite tener algunas en stock. Hay boticas que aseguran también que no tienen lista de espera, por lo que si aparece algún padre piden la inmunización, aunque sigue habiendo otras oficinas de farmacia que no han cubierto la demanda pese a que la espera baja, «y está en unos dos meses».